En un acontecimiento sin precedentes, en Panamá, se ha implementado el primer brazalete electrónico destinado a los agresores de las víctimas de violencia de género. Este hecho, realizado por primera vez el viernes 22 de marzo, marca el comienzo de un plan piloto diseñado para ofrecer seguridad y prevenir la reincidencia de victimarios, a través de un seguimiento minucioso de sus movimientos gracias a la tecnología de geolocalización.
Esta medida innovadora además de facilitar el monitoreo constante de los sujetos investigados por delitos graves, como la violación, también incorpora una aplicación que alerta a las víctimas sobre la cercanía de sus agresores. Con este sistema, se busca asegurar una respuesta inmediata de las autoridades ante cualquier violación de las restricciones impuestas.
Este sistema de monitoreo, que se ajusta al tobillo, ha sido implementado a un hombre actualmente investigado por la presunta violación de una persona menor de edad. Las autoridades mantienen en reserva la identidad del agresor.
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La iniciativa, que se había estado planificando desde hace siete meses, utiliza tecnología de geolocalización para permitir un seguimiento continuo de las actividades y ubicación del individuo monitoreado. Además, el dispositivo trabajará en conjunto con una aplicación móvil instalada en el teléfono de la víctima, con su consentimiento, la que la alertará cuando el agresor se encuentre cerca.
La Dirección General del Sistema Penitenciario será la encargada de monitorear estos brazaletes electrónicos, institución que cuenta con los equipos tecnológicos y el personal necesario para llevar a cabo esta tarea.
Según William Granados, fiscal primero de la Sección de Delitos contra la Libertad e Integridad Sexual, el dispositivo cuenta con un rango de acción que permite una reacción inmediata por parte de las autoridades, lo que asegura una respuesta rápida en caso de que el agresor viole los términos de su restricción.
El proceso de colocación del dispositivo electrónico se llevará a cabo con un cuidadoso análisis de riesgo, por lo que se tendrán en cuenta la naturaleza y gravedad del delito, el perfil del investigado y su historial de comportamiento. Esta medida está diseñada como una forma de vigilancia y como un disuasivo efectivo contra la reincidencia en delitos de violencia de género, muestra las serias consecuencias de violar las restricciones impuestas.
El lanzamiento de este plan piloto en Panamá es un paso adelante en la protección de las víctimas de violencia de género y delitos sexuales. Representa un esfuerzo significativo de las autoridades para emplear la tecnología en beneficio de la seguridad ciudadana, además de enviar un mensaje claro de tolerancia cero ante la violencia de género.
A medida que este programa se desarrolle y expanda, se espera que ofrezca valiosas lecciones sobre cómo mejorar y fortalecer las medidas de protección para las víctimas en Panamá y, potencialmente, en otras partes del mundo.