Estados Unidos vetó el martes una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego en la Franja de Gaza, sometida a nuevos bombardeos israelíes y confrontada a una grave crisis humanitaria.
EE.UU vetó la propuesta impulsada por Argelia, que pedía “un alto el fuego inmediato”, y defendió un borrador alternativo, al que tuvo acceso la AFP, que enfatiza el “apoyo a un alto el fuego temporal” entre Israel y Hamás, después de semanas de infructuosas mediaciones para obtener una tregua.
El movimiento islamista, en el poder en Gaza, consideró que la postura de Washington daba “luz verde” a “más masacres” en el territorio palestino.
Según el ministerio de Salud de Gaza, al menos 103 personas murieron en los bombardeos israelíes y en los combates en la Franja en las últimas 24 horas.
Los ataques continuaron el martes por la noche y mataron al menos a 15 personas en una vivienda en Deir al Balah, en el centro del territorio, según la misma fuente. Rafah, en el extremo sur, también fue bombardeada.
El Ejército israelí declaró que eliminó a “decenas de terroristas” durante “operaciones intensivas” en Jan Yunis, en el sur de Gaza, donde concentra desde hace semanas su ofensiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que había trasladado a 32 pacientes desde el asediado hospital Nasser de esa ciudad y manifestó su preocupación por los pacientes y el personal que aún permanecen en el centro.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmó que su personal huyó del hospital cuando fue atacado y que todavía no tenía noticias de dos trabajadores.
“¿Cuántos de nosotros debemos morir (…) para que cesen estos crímenes?”, preguntó Ahmad Moghrabi, un médico palestino de Jan Yunis. “¿Dónde está la humanidad?”.
La jefa de la rama estadounidense de MSF afirmó que una ofensiva terrestre en Rafah, donde se refugian cerca de 1,4 millones de palestinos, convertiría esta ciudad fronteriza con Egipto en un “cementerio”.