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Nayib Bukele se declara presidente reelecto de El Salvador con una aplastante mayoría del 85%

El polémico Bukele fue reelegido como presidente de El Salvador tras una abrumadora victoria en las elecciones 2024 pese a que su propia constitución lo prohíbe y confirma la debilidad de la democracia en la región.

Bukele llegó a la presidencia en 2019 luego de derrotar en primera vuelta y con más de 53% de los votos a las dos principales fuerzas políticas que dominaban el poder en El Salvador: ARENA Y FMLN. Foto: composición de Jazmin Ceras/LR/AFP

Nayib Bukele fue reelegido con una aplastante mayoría del 85% de los votos como presidente de El Salvador por los próximos cinco años, pese a que su propia constitución prohíbe los mandatos consecutivos, en una jornada electoral sin imprevistos y marcada por las furiosas declaraciones del jefe de Estado donde atacó a la prensa y pidió a los salvadoreños apoyar a su partido, Nuevas Ideas, y asegurar la continuidad del estado de excepción. En estos comicios también se votó por un vicepresidente y a 60 integrantes de la Asamblea Legislativa, un suceso que no ocurría desde el 2009.

'El dictador más cool del mundo', como se autodefine, cobró fama internacional por su ‘mano dura’ para enfrentar la delincuencia de las pandillas y tras convertirse en el presidente más popular de América Latina, según el Latinobarómetro 2023, y pese a las diversas acusaciones de violación de derechos humanos, autoritarismo y negociaciones con pandillas que pesan en su contra.

Bukele y el selfie que se viralizó en la Asamblea General de la ONU. Foto: AFP

Jo-Marie Burt, profesora de ciencias políticas de la Universidad de George Mason y actual presidenta de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), recuerda la popularidad de Bukele con la del Gobierno de Alberto Fujimori “cuando, a pesar del golpe de Estado, la concentración casi total del poder y de la masiva violación de derechos humanos de muchas personas inocentes al igual que en El Salvador tenían un apoyo abrumador por parte de la población durante la violencia de la guerra del Sendero Luminoso”.

Nayib Bukele gana la presidencia en El Salvador 2024

Bukele ganó la reelección con graves acusaciones de “golpe de Estado” de la oposición luego de una controvertida resolución de la Sala de la Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en la que magistrados nombrados por el partido de Bukele, Nuevas Ideas, con mayoría absoluta avalaron la reelección presidencial inmediata.

La Constitución de El Salvador consideraba que no podrá ser candidato “el que haya desempeñado la presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial”.

Sin embargo, los magistrados —leales a Bukele— consideraron que para inscribirlo como candidato tendría que pedir “permiso o licencia” seis meses antes del inicio de una nueva postulación. Además, consideraron que la carta magna “responde a las necesidades de hace 20, 30, 40 años”.

Las últimas encuestas de El Salvador pronosticaban una aplastante victoria de Bukele. Foto: Ludop-UCA

Plan Bukele con estado de excepción

Bukele llegó a la presidencia en 2019 luego de derrotar en primera vuelta y con más de 53% de los votos a las dos principales fuerzas políticas que dominaban el poder en El Salvador: ARENA y FMLN. Durante los primeros años de gobierno coexistió con un poder legislativo dominado por la oposición. Sin embargo, en febrero de 2020, tropas del Ejército Nacional irrumpieron en el Congreso durante la sesión extraordinaria para forzar la aprobación de un crédito internacional destinado al plan de Bukele para combatir el crimen.

En Congreso instauró por pedido de Bukele en 2022 un régimen de excepción para luchar contra las pandillas luego de un lamentable pico de homicidios en que murieron 87 personas en un solo día. Bukele aseguraba que las pandillas mataron por lo menos a 120.000 ciudadanos desde el fin de la guerra civil en 1992, según la agencia AFP.

La organización humanitaria Amnistía Internacional denunció que las autoridades de El Salvador “cometen violaciones de derechos humanos de forma sistemática” desde la aprobación del régimen de excepción en el que más de 75.000 presuntos pandilleros fueron detenidos de forma “arbitraria” y han sido sometidos a “malos tratos y tortura, violaciones flagrantes al debido proceso, desapariciones forzadas”.

“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea” Legislativa, aseguró Bukele. Foto: AFP

Human Rights Watch también ha denunciado arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión, mientras que unas 7000 personas inocentes fueron liberadas, pero muchos siguen encarcelados sin poder comunicarse con sus familiares, según El Faro.

Las acusaciones de violación de derechos humanos es uno de los grandes retos que enfrenta Bukele en este nuevo mandato, según el politólogo Alonso Cárdenas. “La historia en América Latina nos demuestra que cuando hay un culto a la personalidad en el presidente de la República eso termina degenerando el sistema democrático. Un claro ejemplo es el gobierno de Fujimori que post 5 de abril y en las elecciones de 1995 ya logra consolidar una figura casi mesiánica”, resalta el especialista.

Los testimonios de las duras condiciones que deben afrontar los detenidos arbitrariamente detallan desde “descargas eléctricas”, “patadas, garrotazos, puñetazos” hasta la muerte, según El Faro.

A pesar de las duras acusaciones, Bukele se ha jactado de que El Salvador es “el país más seguro de América” luego de que en 2023 datos del Gobierno arrojaran una tasa de homicidios de 2,4 por cada 100.000 habitantes, la más baja en tres décadas.

El presidente también ha reiterado que sanó a El Salvador del “cáncer” de las pandillas y ha expresado: “El Salvador estaba con metástasis, pero hicimos cirugía, estamos en radioterapia, y vamos a salir sanos ya sin el cáncer de las pandillas”.

Otro punto clave para el nuevo Gobierno es el desempeño en materia económica que “ha dejado mucho que desear por su apuesta por los bitcoins”, su dependencia a las remesas desde los Estados Unidos y el poco crecimiento económico, señala Cárdenas.