La educación convencional va quedando cada vez más atrás para abrirle paso a innovadores sistemas, que buscan brindarle al estudiante un proceso de aprendizaje más participativo. En este sentido, en Sudamérica surgió hace ya más de 30 años una de las propuestas en la que no hay exámenes, nadie repite cursos y los horarios son libres ¿Dónde queda esta escuela y cómo ha logrado expandirse a países como España, México y Estados Unidos?
Fundado en 1993, en Colombia, el colegio Fontán Capital ofrece a sus más de 30.000 estudiantes en todo el país la Educación Relacional Fontán (FRE). Este es un modelo basado en el respeto, la personalización de sus planes académicos, de pensamiento, de comportamiento, de salud, recreación y proyecto de vida con cada uno de sus alumnos.
Esto quiere decir que los estudiantes están divididos no por cursos, sino por niveles de autonomía. En estos, cada uno recibe el acompañamiento que necesita según sean sus necesidades, avanzando a su propio ritmo de aprendizaje.
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“Buscamos que el estudiante pueda seguir aprendiendo siempre y no solamente se quede con lo que pide el temario. Trabajamos por áreas del conocimiento y cumplimos con todos los estándares curriculares del estado colombiano. Mientras que en un colegio público el estudiante, al acabar el curso, ha visto el 70% de temas, en nuestra escuela deben llegar 100%”, explicó el educador y director del colegio, Julio Fontán, en entrevista con el medio Última Hora.
Este sistema les permite también a los estudiantes ingresar en cualquier momento del año escolar, con un plan de aprendizaje personalizado. Asimismo, las familias pueden escoger las vacaciones cuando quieran tomarlas, por lo que es ideal para deportistas de alto impacto o jóvenes que van a conservatorios de música.
Sobre la viabilidad de este programa, Frontán señala que su aplicación en un colegio con más 200 alumnos, “donde la mayoría de ellos eran de un nivel socioeconómico bajo y cuyas máximas aspiraciones eran ser camareros”, logró que tenga hoy más de 1.000 alumnos. Asimismo, el 96% de sus egresados van a la universidad.
Julio Fontán es educador y director del colegio Fontán Capital. Foto: ABC
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Ante la autonomía que se le brinda a cada estudiante, es probable que algunas personas se pregunten cuál es la labor de los docentes en la aplicación del método de Educación Relacional Fontán (FRE).
De acuerdo con Julio Fontán, los estudiantes no dependen de sus profesores, ya que ellos no los acompañan en todo momento. En su lugar, algunos "se encargan del desarrollo del pensamiento, es decir, ayudan a los niños a conseguir la autonomía; otros al desarrollo del comportamiento, o sea, el aspecto emocional y social del menor", explicó al medio ABC.
Los educadores, como prefieren llamarlos, comienzan sus jornadas reuniéndose con los alumnos, quienes les indican en qué trabajarán, cómo se organizarán para hacerlo y, al final del día, se resuelven dudas. “Ambas cosas se hacen tanto a nivel individual como en grupo, para que analicen los errores que han cometido, qué han aprendido de ellos, qué soluciones han tomado, etc.”, cuenta Forlán.
En el colegio Fontán Capital se le brinda a cada alumno planes de estudios personalizados. Foto: Colegio Fontán Capital
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Esta competencia responde a cuatro habilidades principales, en las que ellos demuestran su capacidad para planear un día, una semana o un mes.
Otras características para poder medir esta habilidad, es la facilidad que tienen los niños para construir estrategias con el fin de alcanzar sus metas, la cantidad de ayuda que necesitan parar cumplir los logros y las decisiones que toman durante este proceso.
La participación, la manera que busca la educación mejorar el método de aprendizaje. Foto: BBC