Hassan Nasrallah, cabecilla de Hezbolá, se pronunció con respecto a la operación Tormenta de Al Aqsa, ejecutada el pasado 7 de octubre, la cual dejó 1.400 israelíes asesinados. Según el terrorista, este ataque militar fue ejecutado solo por fuerzas palestinas.
En la que fue su primera aparición pública desde que estalló la guerra, Nasrallah celebró el hecho como “bendito y heroico”, y justificó el hecho al hacer foco en la lucha de la resistencia palestina que se opone a la existencia del Estado de Israel desde hace 75 años.
Además, durante su discurso sostuvo que la ofensiva de Hamás “ha expuesto las debilidades de Israel”. “Los israelíes piensan ahora, incluso más que yo, que Israel es más débil que una tela de araña”, señaló.
Hassan Nasrallah, cabecilla de Hezbolá, en su primera aparición pública en lo que va de la guerra Israel-Palestina. Foto: Agencia EFE
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Hezbolá planteó dos objetivos propios: el primero, detener la guerra en Gaza y, el segundo, que Hamás salga victorioso. Aunque no dio más precisiones, dijo que “todas las opciones están sobre la mesa” e invitó a los países árabes y musulmanes a unirse para detener la guerra.
Por su parte, el mandamás terrorista aseguró que desde el 8 de octubre Hezbolá ha intensificado sus operaciones día a día, obligando a Israel a mantener sus fuerzas cerca de la frontera libanesa en lugar de Gaza o la Cisjordania ocupada.
“Estas operaciones en la frontera han creado un estado de ansiedad, pánico y miedo en la cúpula enemiga y entre los estadounidenses ante la posibilidad de que el frente derive en un recrudecimiento adicional o en que provoque una guerra amplia”, dijo
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Por otra parte, Nasrallah dirigió un desafío a los Estados Unidos, criticó las movilizaciones de parte de la flota en el Mediterráneo a la zona de Israel y aseguró que no les teme a esas poderosas naves.
“Hezbolá tiene cómo enfrentarlas”, aseguró el libanés; además, le pidió a Washington que cese el ataque a Gaza a través de Israel porque el costo de una guerra total en la región lo pagarán “sus soldados”.
Cabe resaltar que una guerra con Hezbolá sería devastadora tanto para Israel como para el Líbano, ya que el grupo terrorista es más fuerte que Hamás, con un arsenal de unos 150.000 cohetes y misiles dentro de su fuerza militar.
El discurso de la autoridad de Hezbolá coincidió con la segunda visita a Israel del secretario de Estados Unidos, Antony Blinken, el cual aseguró estar convencido “de que Israel no solo tiene el derecho sino la obligación de defenderse y de hacer todo lo que está en su poder para que el 7 de octubre jamás se reproduzca”.