El polémico expresidente de Brasil Jair Bolsonaro es investigado por haber importado presuntamente valiosas joyas de diamantes regaladas por Arabia Saudita. El Tribunal de Cuentas, órgano que fiscaliza el Estado brasileño, le ha dado un plazo de cinco días para devolverlas. El líder de derechas viajó a Estados Unidos tras perder contra Lula da Silva y se espera que regrese al país en los próximos días.
Según reveló al periódico O Estado de S. Paulo, el exministro de Minas y Energía de Bolsonaro, Bento Albuquerque, realizó una visita oficial a Arabia Saudita en octubre de 2021 y aseguró que un enviado del Gobierno saudí entregó a su delegación dos paquetes al final de su viaje, según reveló al periódico O Estado de S. Paulo. De vuelta a Brasil, fiscales de aduana del aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo, detectaron que un ayudante de Albuquerque llevaba dentro de su mochila una de las cajas, sin declarar.
Los funcionarios descubrieron que el paquete estaba lleno de joyas de diamantes y las incautaron por no pagar los derechos de importación requeridos. Según se aprecia en imágenes de videovigilancia divulgadas por la TV local, el exministro aseguró que las joyas estaban destinadas a la ex primera dama Michelle Bolsonaro.
En declaraciones el martes a investigadores policiales, Albuquerque trató de ser menos categórico: dijo que como se trataba de joyas, simplemente supuso que eran para la ex primera dama, según medios locales.
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La administración de Bolsonaro habría intentado al menos ocho veces convencer a los inspectores de aduanas de que liberaran las joyas, con una última gestión el penúltimo día de mandato. El segundo paquete burló el control aduanero y fue entregado a Bolsonaro, quien se lo habría quedado, según relató Albuquerque.
Bolsonaro reaccionó en los primeros días del escándalo: "Me están acusando de un regalo que no pedí, ni recibí. No existe ninguna ilegalidad de mi parte", dijo a la cadena CNN Brasil.
Ambos paquetes contenían joyas de la lujosa marca suiza Chopard. En el primero había un collar, un anillo, un reloj y un par de aretes, valorados en 3,2 millones de dólares. El segundo contenía un reloj, un anillo, un bolígrafo, un par de gemelos y un rosario, un conjunto estimado en 75.000 dólares, según medios brasileños.
Según la ley brasileña, los viajeros que ingresan al país con bienes superiores a 1.000 dólares deben declararlos. En este caso, el propietario debió haber pagado impuestos de importación sobre las joyas, equivalentes a la mitad del valor excedente a los 1.000 dólares.
El exmatrimonio presidencial podría haber importado las joyas libres de impuestos si hubiesen sido declaradas como obsequios al Estado, pero en ese caso los ítems se habrían quedado en el acervo del Palacio presidencial de Planalto.
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"Los funcionarios del Gobierno tienen absolutamente prohibido aceptar obsequios de alto valor para ellos mismos, incluso para el presidente de la República", dijo Isac Falcao, presidente de Sindifisco, el sindicato que representa a los empleados de la autoridad fiscal. "Todo funcionario público sabe eso", dijo a la AFP.
La Policía Federal (PF) y la entidad tributaria abrieron sendas investigaciones por el caso.
El jefe del comité de transparencia del Senado también anunció una investigación para determinar si las joyas tienen algún vínculo con la venta ese mismo año de una refinería de petróleo en el noreste de Brasil al fondo de inversión soberano de los Emiratos Árabes Unidos Mubadala por 1.650 millones de dólares.
El primer conjunto de joyas permanece en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos.
La autoridad fiscal federal dice que el plazo para regularizar su situación legal venció en julio de 2022, y que ahora los objetos podrían ser subastados, donados, agregados al acervo nacional o destruidos.
Los medios brasileños informaron el lunes que Bolsonaro había accedido a entregar el segundo juego de joyas a las autoridades.
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El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que supervisa las arcas públicas, ordenó el miércoles que Bolsonaro devuelva en cinco días el segundo juego de joyas a la secretaría general de la presidencia para que sean integradas al acervo del Estado.
También determinó que la aduana entregue el primer paquete al mismo organismo, así como también dispuso una auditoría sobre todos los obsequios durante el mandato de Bolsonaro.
La semana pasada había pedido que Bolsonaro y Albuquerque fueran interrogados por la policía. Aún no se ha anunciado una fecha para que declare Bolsonaro.
En sesión plenaria, el TCU podría ordenar este miércoles al expresidente que devuelva las joyas, mientras avanza la investigación. El episodio ha llamado poco la atención en Arabia Saudita, donde no hubo ninguna reacción oficial del príncipe heredero Mohammed bin Salman.