El hombre de 69 años, sospechoso de haber matado a tres personas, el viernes 23 de diciembre, cerca de un centro cultural kurdo de París, le dijo a un policía que actuó así porque es “racista”. Las protestas que comenzaron ayer se han intensificado este sábado y han obligado a la Policía francesa a repeler con gases lacrimógenos a los manifestantes.
El ataque tuvo lugar poco antes del mediodía en la calle Enghien, a la altura de un establecimiento cultural kurdo, en un barrio con numerosos bares, comercios y población de esa comunidad, en pleno centro de París.
El sospechoso, un conductor de tren retirado de nacionalidad francesa, que logró ser controlado por varias personas antes de que interviniera la Policía, dijo que era “racista”, informó el sábado a AFP una fuente próxima al caso.
La Policía investigará al individuo por homicidio, intento de asesinato, violencia con arma e infracciones de la legislación con armas de carácter racista, una “circunstancia (que) no modifica la pena máxima” a la que se expone el sospechoso, “que sigue siendo la cadena perpetua”, precisó la fiscalía.
De momento, se descartó la pista terrorista, precisó la fiscal de París, Laure Beccuau.
El hombre fue arrestado con “un maletín” con “dos o tres cargadores llenos y una caja de cartuchos de calibre 45 con al menos 25 cartuchos dentro”, precisó la fuente.
El ataque dejó tres muertos, una mujer y dos hombres, y tres heridos, uno de ellos grave, según el último balance.
La mujer, Emine Kara, era una responsable del Movimiento de las Mujeres kurdas en Francia, según el Consejo Democrático Kurdo de Francia (CDK-F). Había solicitado asilo político, pero le fue denegado, según el portavoz del movimiento, Agit Polat.
Los dos hombres muertos son Abdulrahman Kizil, “un ciudadano kurdo ordinario” que frecuentaba la asociación “a diario”, y Mir Perwer, un artista kurdo, refugiado político, que está “perseguido en Turquía por su arte”, indicó el CDK-F.
Una fuente policial confirmó las identidades de Emine Kara y Abdulrahman Kizil.
El presidente francés, Emmanuel Macron, denunció un “odioso ataque” contra “los kurdos de Francia” y, a petición suya, el prefecto de Policía de París recibió este sábado a representantes de la comunidad kurda.
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Por la tarde, centenares de personas se congregaron en la céntrica plaza de la République de la capital, donde guardaron un minuto de silencio por los tres fallecidos y por los que “murieron por la libertad”.
“Lo que sentimos es dolor y desconfianza, porque no es la primera vez que esto ocurre”, declaró Esra, una estudiante de 23 años.
Durante la protesta, manifestantes lanzaron proyectiles contra los policías, que respondieron con gases lacrimógenos. En Marsella (sur), también se llevó a cabo una marcha similar, a la que asistieron cientos de personas.
Con información de AFP.