Un jurado condenó, este viernes, por asesinato en segundo grado a un exagente de Policía de la ciudad de Nueva York por la muerte de su hijo de 8 años, al que obligó a dormir durante una noche en el suelo de un garaje helado.
Michael Valva se enfrenta a una posible sentencia máxima de 25 años a cadena perpetua por la muerte en enero de 2020 de su hijo, al día siguiente de haber pasado la noche en el garaje de la casa de la familia en Long Island con temperaturas inferiores a los 20 grados Fahrenheit (6 grados Celsius bajo cero).
Michael Valva esposado después de ser declarado culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de su hijo Thomas, de 8 años. Foto: Steve Pfost Photography & Multimedia, Newsday, Pool Photo
Un médico forense dictó que la muerte del niño se trató de un homicidio y determinó que la hipotermia fue un factor importante. Los fiscales dijeron que Thomas y su hermano de 10 años, ambos autistas, a veces eran obligados a dormir en el garaje.
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Maestros testificaron que el niño llegaba con hambre a la escuela, al punto que en más de una ocasión lo vieron recogiendo los desperdicios de la basura para comer. El pequeño murió con un peso inferior al esperado para su edad, y un médico forense de la fiscalía testificó que tenía varios órganos atrofiados.