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Gemelos víctimas de tortura logran huir de su madre y su padrastro: eran esposados y estaban desnutridos

Los pequeños eran torturados junto con sus otros 5 hermanos. Zikiya y Jova fueron acusados de crueldad infantil y lesiones contra menores de edad.

La mamá de los niños y su pareja fueron arrestados. Foto y video: Twitter @MattSeedorff

Unos gemelos que estaban siendo torturados por su propia madre y padrastro lograron escapar del infierno en el que se había convertido su casa, ubicada en Texas (EE. UU.). Los adolescentes, de 16 años, pidieron ayuda a un vecino tras zafarse de las esposas que los mantenían cautivos.

Los gemelos le dijeron a la Policía que Zaikiya Duncan, de 40 años, y Jova Terrell, de 27, los dejaron en un cuarto de servicio donde los obligaron a beber su propia orina y comer sus propias heces.

Tras los exámenes pertinentes, los médicos descubrieron que un niño tenía al menos un hueso fracturado y ambos estaban desnutridos. Además, sus muñecas presentaban heridas debido a las esposas que sus padres les colocaban para torturarlos.

Inmediatamente, la Policía emitió una alerta para localizar a Zaikiya Duncan y a Jova Terrel, quienes escaparon junto con los otros cinco hermanos de los gemelos, cuyas edades fluctúan entre 7 y 18 años.

Los padres fueron detenidos poco después en Baton Rouge, Louisiana, viajando con un menor. Los demás niños fueron encontrados en la casa de unos familiares. No obstante, el paradero del hermano de 18 años sigue sin conocerse.

Duncan y Terrell fueron acusados de crueldad infantil y lesiones contra menores de edad. Se espera que sean extraditados al condado de Harris para que continúen con su proceso judicial.

Los siete hermanos (incluyendo a los gemelos liberados) fueron puestos bajo custodia de los servicios de protección infantil, indicaron las autoridades.

La madre ya contaba con antecedentes

Según los documentos oficiales, la madre ya contaba con antecedentes por abuso de sus hijos. Hace 10 años, uno de los hijos de la mujer, que tenía 5 años entonces, fue descubierto en su escuela con quemaduras en sus genitales, además de varios moretones en su cuerpo.

Cuando los policías llegaron a la casa de Zaikiya, encontraron a un bebé de 20 meses envuelto en ropa y tenía sus manos atadas. A otro de sus hijos lo había obligado a mantener extendidos sus brazos hasta por una hora, lo que le provocó hinchazón en esas partes.

A otro niño también lo obligó a dormir en el piso dentro de un armario que quedó cerrado con barricadas para evitar que “escapara” o “robara comida de la cocina”, según los registros judiciales.