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Caso Próvolo: la historia de los abominables abusos sexuales de sacerdotes a niños sordos

Siete décadas de abusos. El caso involucra a la Iglesia Católica y a 2 sacerdotes que dirigían un internado para sordos en Argentina, condenados por abuso sexual.

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Los abusos se habrían prolongado por más de 7 décadas en Verona, La Plata y Mendoza. Foto: composición Fabrizio Oviedo/ AFP

El caso Próvolo es uno de los más sonados (y abominables) que involucra a la Iglesia Católica y a dos sacerdotes que dirigían el Instituto Antonio Próvolo para Sordos en Argentina, quienes fueron condenados por abusar sexualmente de 25 niños y adolescentes.

El suceso, no obstante, supera cualquier frontera: 67 exalumnos en Italia denuncian que también fueron víctimas desde 1950. Los abusos se habrían prolongado por más de siete décadas en Verona, La Plata y Mendoza, principales sedes del instituto.

El papa Francisco nunca se ha pronunciado en público sobre estas acusaciones y fue recién en 2017 que ordenó una investigación preliminar sobre las denuncias de abuso en el Instituto, un año después de que los sacerdotes fueran arrestados.

¿Qué es el caso Próvolo?

El hoy cerrado Instituto Antonio Próvolo para Sordos era una entidad religiosa que se dedicaba a acompañar y formar menores sordos. El sacerdote italiano Nicola Corradi era el principal responsable en la provincia de Mendoza. En un fallo histórico en Argentina, fue sentenciado a 42 años.

El cura Horacio Corbacho fue sentenciado a una pena de 45 años y el jardinero del instituto, Armando Gómez, fue juzgado junto a los religiosos y recibió una pena de 18 años por abusar de dos menores.

No solo es perturbador y desgarrador que los abusos se hayan cometido a menores de hasta 4 años, sino que algunos de los niños por su discapacidad no podían comunicar lo que les estaba sucediendo. En algunos casos, las víctimas provenían de familias humildes y no tenían más opción que dormir en el lugar.

Corradi ya había sido acusado de cometer abusos en la sede central del instituto en Verona, Italia, mucho tiempo antes de llegar a Argentina. Las víctimas italianas y argentinas sostienen que la Iglesia Católica sabía que el sacerdote era pedófilo y que aun así lo pusieron a cargo de niñas, niños y adolescentes en el país sudamericano. Las denuncias, que tienen más de una década, llegaron a las manos del papa Francisco, pero el Vaticano no hizo nada, según denuncian las víctimas.

Las autoridades ordenaron el cierre del instituto en 2016 y apresaron a Corradi, a Corbacho, y a otros 12 sospechosos (las monjas Kosaka Kumiko y Asunción Martínez entre ellos). Además, la justicia investiga una serie de abusos cometidos en el otro instituto, el de ciudad de La Plata, que Corradi dirigió entre los años 1970 y 1997

Foto: AFP

El juez en el caso de La Plata reveló que los abusos se cometían debido a que era el “día en que disminuía el número de alumnos internados y solo quedaban los que no tenían familia”.

Yoel, una víctima de los abusos, contó al diario local Los Andes que sus abusadores amenazaban con matar a sus padres si revelaban algo de lo que sucedía. Además, los niños no podían utilizar el lenguaje de señas -el método desarrollado por Antonio Próvolo buscaba sustituir la mímica por la palabra- de modo que los más pequeños no podían comunicarse con sus padres ni contar lo que vivían.

Las primeras denuncias en Italia

Las investigaciones de la revista italiana L’Espresso de Milán dieron a conocer en 2009 las primeras denuncias sobre lo que ocurría en el Instituto Próvolo de Verona. Un grupo de 67 exalumnos revelaron los abusos a los que fueron sometidos entre las décadas de 1950 y 1980. Además, acusaron al Vaticano de “encubrir” a los abusadores.

La justicia no pude intervenir por el tiempo transcurrido; sin embargo, las víctimas agrupadas en una asociación presentaron denuncias ante la Iglesia. Entre los sacerdotes acusados de cometer abusos estaba Corradi y otros dos curas que también se habían mudado a Argentina: Eliseo Primati (quien codirigió el Instituto de La Plata junto con Corradi) y Luigi Spinelli.

La Asociación Sordos Antonio Próvolo de Verona (que agrupa a las víctimas italianas) realizó un video en 2014 donde daba a conocer los nombres de los presuntos abusadores de la institución, incluyeron tres que ya estaban en Argentina. Meses después, uno de los miembros, Giuseppe Consiglio, logró organizar un encuentro con el papa Francisco y le entrego la lista de los acusados.

Francisco recién en 2017 ordenó una investigación preliminar sobre las denuncias de abuso en el Instituto, un año después de que los sacerdotes fueran arrestados.