En medio de una actual guerra entre Rusia y Ucrania, y las amenazas entre China, Estados Unidos y Taiwán, un nuevo actor se suma a las tensiones mundiales. Este viernes 5 de agosto, Israel atacó objetivos del grupo Yihad Islámica Palestina en la Franja de Gaza, acción que dejó hasta el momento 15 palestinos muertos —entre ellos, una menor de 5 años—, y ha despertado represalias por parte de la organización que respondió el ataque con el lanzamiento de varios cohetes.
Según Israel, los bombardeos “preventivos” tuvieron como meta el asesinato del número 2 del grupo terrorista, Taysir al Yabari, en una operación militar bautizada como “Breaking dawn”, y para la que el Estado de Medio Oriente vendría preparándose desde hace semanas.
Ante las fuertes hostilidades por parte de los dos bandos, el primer ministro israelí, Yair Lapid, señaló que el país que dirige no está interesado en un gran conflicto con la Yihad Islámica Palestina en la Franja de Gaza, pero advirtió que “tampoco le genera temor”.
“Israel no se quedará de brazos cruzados cuando haya quienes intenten dañar a sus civiles. Este Gobierno tiene una política de tolerancia cero para cualquier intento de ataque, de cualquier tipo, desde Gaza hacia el territorio israelí”, manifestó el funcionario. En tanto, el Gobierno palestino atribuyó a la nación hebrea el estallido de una “peligrosa escalada” en la región, en conflicto desde hace varios años.
Precisamente, en 2007, Israel bloqueó la Franja de Gaza. Desde entonces, ha sido escenario de varias guerras entre Israel y los grupos armados de Palestina. El último de estos conflictos aconteció en 2021: dejó el saldo de 260 palestinos y 13 israelíes muertos.