La construcción se paralizó este miércoles en Panamá por una huelga enmarcada en las protestas que se extienden desde hace más de una semana por el país; estas muestran su rechazo al alto costo de la vida, el cual está provocando escasez de algunos alimentos en la capital.
El poderoso sindicato de la construcción Suntracs inició una huelga de “advertencia de 24 horas” que alcanzó un seguimiento del 96%, aseveró a EFE su secretario general, Saúl Méndez, que reiteró que exigen una bajada del precio de los medicamentos, de los alimentos y del combustible, y un aumento general de salarios, entre otros.
El paro en la construcción de este miércoles, lo mismo que la huelga docente y las múltiples protestas callejeras que comenzaron la semana pasada, se realizan pese a los anuncios del Gobierno de extender a toda la población una congelación del precio del combustible —primero aprobada para algunos sectores— y de unas medidas de “austeridad” para recaudar los recursos necesarios para subsidiar la gasolina.
El presidente Laurentino Cortizo anunció el martes medidas de “austeridad”, como una reducción del 10% en la planilla estatal —unas 20.000 personas— y la suspensión de los aumentos salariales, medida de la que también detalló el Parlamento, que prometió, además, parar nuevas contrataciones así como una reducción del 50% en el gasto del combustible, entre otros.
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Austeridad, criticó Méndez, “es bajar los salarios de ministros, diputados, magistrados e incluso comisionados de policía”.
“El tema concreto es que se atiendan las necesidades fundamentales del pueblo, es decir, esa contención del gasto que hemos mencionado; si se asume, es correcta, pero hay que resolver los problemas como bajar la luz, los precios de los alimentos, medicamentos, combustible y un aumento general de salarios”, añadió.
Los constantes bloqueos en la carretera Interamericana, que cruza el país y lo conecta con Centroamérica, así como de otras vías del interior, han impedido que lleguen a la capital muchos alimentos y ya comienza a sentirse el desabastecimiento de algunos.
Yoris Morales, presidente de la Asociación de Comerciantes de Merca Panamá, afirmó al diario La Prensa que “hay un desabastecimiento de todos los vegetales” en esta central de abastos de la capital panameña.
“La situación es crítica. El área mayorista se ha quedado sin mercancía”, aseguró Morales.
Medios locales también informaron que se está acabando la gasolina en varias estaciones de servicio de la provincia occidental de Chiriquí, una de las más afectadas por los bloqueos.
Las protestas comenzaron la semana pasada, impulsadas por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, a la que pertenece el Suntracs, y la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo), que agrupan a decenas de gremios y organizaciones populares de todo el país, y han ido creciendo con el paso de los días.
El Gobierno entabló un diálogo con la Anadepo, pero fracasó, mientras que portavoces de la Alianza Unidos por la Vida han hablado de algunos acercamientos con el Ejecutivo, que no llegaron a nada.
Los gremios empresariales han pedido a Cortizo que llame a un “gran diálogo nacional”, que debe inmediatamente permitir el restablecimiento de la normalidad en el país.
El presidente Cortizo, además de congelar en 3,95 dólares el galón (3,78 litros) de combustible por un período de tres meses, también reguló el precio de 10 alimentos básicos, que se suman así a otros ocho que ya estaban en esa condición.