Las autoridades de Ucrania han elevado este viernes a cerca de 340 el número de niños muertos desde el inicio de la invasión rusa, desatada el 24 de febrero por orden de Vladímir Putin, presidente de Rusia. Este es un drástico repunte con respecto al día anterior tras la confirmación de víctimas por ataques ejecutados entre marzo y mayo en Mariúpol (sureste).
La Fiscalía ucraniana ha señalado en un comunicado en su cuenta en Telegram que hasta ahora ha podido verificar 338 niños muertos y 610 heridos, si bien ha subrayado que “estas cifras no son finales, ya que el trabajo está en marcha en lugares de hostilidades activas y en los territorios temporalmente ocupados y liberados”.
En este sentido, ha apuntado que, “como resultado de ataques indiscriminados con artillería entre marzo y mayo por parte de militares rusos contra edificios de Mariúpol, en Donetsk, nueve niños murieron y ocho resultaron heridos de diversa gravedad”.
Además, ha manifestado que la provincia de Donetsk es la que acumula un mayor número de víctimas, con 335 entre muertos y heridos. Por detrás figuran la región de Járkov, con 177; la de Kiev, con 116; la de Chernígov, con 68; la de Lugansk, con 55; la de Jersón, con 52; y la de Mikolaiv, con 48.
Por último, ha apuntado que 2.061 instituciones educativas han sufrido daños materiales a causa de los ataques por parte de las fuerzas rusas, de las cuales un total de 213 han quedado “completamente destruidas”.