Un policía y dos guerrilleros han muerto y otro agente ha resultado herido en dos ataques perpetrados en las últimas horas en la región del Catatumbo, en el noreste de Colombia.
Las autoridades se encuentran en máxima alerta por una serie de ataques de los grupos armados en el municipio de Tibú, zona del Catatumbo, contra miembros de las fuerzas de seguridad.
El primer incidente se registró en el corregimiento de Campo Dos, municipio de Tibú, donde los policías fueron atacados cuando patrullaban por la zona. Un agente identificado como Julián David Garzón Piñeros, de 22 años, ha resultado herido y ha sido evacuado de la zona y trasladado a una clínica privada de la ciudad de Cúcuta.
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Asimismo, la pasada madrugada han sido hostigados integrantes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) y un militar identificado como patrullero Rafael Solano Quintero, de 35 años, falleció debido a la gravedad de las heridas.
Las autoridades han informado que, en medio de los ataques, dos presuntos guerrilleros fueron abatidos. En la zona tienen presencia el Frente Juan Fernando Porras Martínez del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Por otro lado, el pasado martes 7 de junio el Ejército rescató en la región del Catatumbo a tres colombianos y a un venezolano que habían sido secuestrados por un grupo de las disidencias de las FARC, así lo informaron fuentes castrenses.
La operación de rescate se cumplió en la población de El Tarra y en ella participaron la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, informó el Ejército en un comunicado.
Los liberados fueron los colombianos Ricardo Sánchez Peñaranda, secuestrado desde el 10 de diciembre 2021; Jordan Martínez, raptado el 28 febrero y José Nacer Ortega Durán, quien estaba en manos de las disidencias desde 24 de abril de este año.
También fue liberado el venezolano Neiver Joan Licona Guerra, secuestrado desde el 24 de abril del presente año. De ninguno de los liberados se dieron más detalles.
“De acuerdo con lo informado por las autoridades, estas personas habrían sido objeto de maltrato y burla a través de redes sociales”, además de aparentemente ser obligados a cumplir “trabajos físicos forzados bajo condiciones adversas y mala alimentación”.
Los secuestrados estaban en una vivienda en donde supuestamente las disidencias de las FARC cometían asesinatos y en la que “podrían estar retenidas algunas personas señaladas de ser consumidoras de sustancias alucinógenas o de cometer delitos en esa región”.
Con información de Europa Press y EFE.