Con el objetivo de controlar aún más la información que Rusia recibe del conflicto, las autoridades acentuaron la presión sobre los pocos medios independientes que seguían trabajando en el país a pesar del clima hostil.
El viernes, el organismo ruso de regulación de medios, Roskomnadzor, anunció haber limitado el acceso a los portales de la edición en ruso de la cadena británica BBC y de la radiotelevisión internacional alemana Deutsche Welle, así como del portal independiente Meduza y de Radio Svoboda, antena rusa de RFE/RL (Radio Free Europe/Radio Liberty), medio financiado por el Congreso estadounidense, a Voz de América, y a otros medios no mencionados.
De acuerdo con la versión del organismo, la razón se debe a que estaban trabajando en “la difusión de falsificaciones sobre lo que acontece en Ucrania”.
En la víspera, la emblemática cadena de radio Ekho Moskvy (Ecos de Moscú) anunció su disolución por el acoso sufrido por su cobertura de la invasión de Ucrania. La cadena de televisión rusa Dojd, afín a la oposición, también anunció la suspensión, tras haber sido bloqueada por Roskomnadzor, por su manera de cubrir la invasión.
La página web de noticias Znak anunció el viernes que dejaba de trabajar “por la gran cantidad de restricciones que han surgido recientemente en el funcionamiento de medios en Rusia”.
The Village, la agenda cultural de referencia en Moscú, tomó la decisión de cerrar su oficina en la capital rusa y trasladarla a Varsovia (Polonia).