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La historia detrás de “Gloomy Sunday”, la canción prohibida en radios por ser muy triste

La melodía compuesta en Hungría, que tenía la reputación de haber provocado una ola de suicidios en los años 30, fue prohibida en radios de EE. UU. y Europa, como la británica BBC. Conoce la verdadera historia de “Gloomy Sunday”.

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Rezső Seres se volvió un experto en el piano luego de su fallido paso por un circo. Foto: composición LR

Durante 60 años, radios de EE. UU. y Europa, como la BBC, prohibieron la emisión de “Gloomy Sunday” (Domingo sombrío), una canción que ha sido considerada como una de las más tristes de la historia. La melodía fue compuesta en Hungría por Rezsó Seress durante la década de 1930, en la que el mundo se alistaba para una Segunda Guerra Mundial.

“El domingo es sombrío, mis horas están dormidos. Queridas sombras con las que vivo son innumerables. Las pequeñas flores blancas nunca te despertarán. No a donde el entrenador de la tristeza te ha llevado. Los ángeles no han pensado en devolverte. ¿Estarían enojados si pensara en unirme a ustedes?”.

Así dice la primera estrofa de “Gloomy Sunday”, la canción por la que, según registros noticiosos de la época, decenas de personas supuestamente tomaron la decisión de acabar con sus vidas, luego de escuchar los cuatro minutos de la melodía. Sin embargo, eso resulta difícil de comprobar.

La realidad, mencionan algunos expertos, es que la gente se suicidaba debido a la situación de hambruna extrema o los problemas económicos que atravesaba Hungría, que en las dos Guerras Mundiales se apuntó al bando perdedor.

Canción original

¿Quién era Rezsó Seress?

El compositor de “Gloomy Sunday” nació el 3 de noviembre de 1889 en una familia judía de clase baja en Hungría, según el portal local Fokusz. En medio de las dificultades económicas, Seress quería ser artista y encontró en un circo el espacio ideal para aprender gimnasia y acrobacia.

Lamentablemente, tuvo un accidente cuando realizaba una acrobacia en el cielo, cayó de una cuerda y necesitó de muletas para continuar con su vida. Por tanto, volcó sus esfuerzos en la música; de manera autodidacta aprendió a tocar el piano. No obstante, “sus días se caracterizaban por la privación y la falta de dinero”, sostuvo el medio.

En el día, realizaba varios oficios para tener con qué alimentarse y de noche, se vestía con su mejor traje para cantar en teatros de la capital húngara, Budapest.

“La situación actual es que un compositor tiene que ser emprendedor tanto en teatro como en cine. Además de tocar una pieza, incluso tiene que invertir dinero para las presentaciones. Soy una persona pobre, no tengo millonadas, ¿qué puedo hacer?”, se lee en uno de sus manuscritos, conocidos por ‘Fokusz’.

“Gloomy Sunday”

Fue en París, Francia, donde Rezsó Seress encontró el amor que lo atormentó. La mujer, de acuerdo con el experto musical húngaro Lászlo Marosi, quería que el artista buscara un trabajo diferente y dejara a un lado su sueño musical.

“Cuando vio que él no se hizo famoso, no consiguió dinero, no triunfó como ellos esperaban, solo dijo: ‘Está bien, adiós’”, recordó Marosi, en charla con la cadena estadounidense National Public Radio’ (NPR).

Se dice que la separación ocurrió un domingo, día en que el pianista se encerró en su departamento y creó una melodía. Luego, llamó a su amigo, el poeta Lászlo Jávor, y juntos le dieron vida a la letra de “Gloomy Sunday” o en español “Domingo sombrío”.

Rezső Seres se volvió un experto en el piano luego de su fallido paso por un circo. Foto: composición LR

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“Sombrío es el domingo, con sombras lo paso todo. Mi corazón y yo hemos decidido acabar con todo. Pronto habrá velas y oraciones tristes, lo sé”, recitó Jávor en otra de las estrofas.

A grandes rasgos, la canción de Seress estaba dedicada a ese amor que perdió. Sin embargo, esperaba que todo se tratara de un sueño. “Solo estaba soñando. Me despierto y te encuentro dormida. En lo profundo de mi corazón, querida”, dice la penúltima estrofa.

“Cariño, espero que mi sueño nunca te haya perseguido. Mi corazón te dice lo mucho que te quería, domingo sombrío”, finaliza la canción.

Declive

De acuerdo con medios internacionales, Seress buscó varias discografías de la época para grabar su canción, pero lo rechazaban por la letra triste. Tras varios intentos, por fin, en 1935 consiguió que el cantante húngaro Pal Kalmar le diera su voz y comenzó su fama.

“La radio la ponía en los años 30 casi todos los días, en todos los lugares a los que íbamos. No hubo una reunión social en la que no sonara”, afirmó el experto Marosi, en entrevista con NPR.

Todo iba ‘viento en popa’. No obstante, las estaciones radiales, bares, restaurantes y otros establecimientos decidieron silenciarla, prohibirla.

¿La razón? Medios de comunicación locales informaron casos de suicidios de húngaros tras escuchar la canción. Por ejemplo, el diario 8 Órai Újság reseñó que un zapatero había acabado su vida. La carta de despedida tenía la letra de “Domingo sombrío”.

Otros casos, según NPR, señalan que una mujer, en Londres, murió de sobredosis mientras repetía la melodía en el tocadiscos. En tanto, otro sujeto, en Viena, se ahogó sosteniendo la partitura. Los registros de prensa atribuyen supuestamente 19 fallecimientos en medio de la crisis económica de los años 30. Para otros, se trata de leyendas urbanas.

“Este destino de la fama me duele. Lloré todas mis desilusiones del corazón en la canción y parece que otros, con sentimientos como los míos, han encontrado su propio dolor en ella”, aseguró Seress, en su momento.

El día de su muerte

Según algunos medios locales, Seress sobrevivió al holocausto nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. El 11 de enero de 1968 se lanzó, con 69 años, por el balcón de su apartamento y murió.

“Se quejó de que el éxito de “Gloomy Sunday” en realidad había hecho aumentar su infelicidad porque sabía que nunca sería capaz de componer otro éxito igual”, sostuvo el diario The New York Times.

Pese a la prohibición, la canción fue interpretada por otros artistas del siglo XX, como Sam M. Lewis y Billie Holiday. “Que no lloren, que sepan que estoy contento de irme”.