Rusia anunció este miércoles 16 de febrero el fin de las maniobras militares y la salida de parte de sus tropas de la península ucraniana anexada de Crimea, donde la presencia de los soldados alimentó los temores de una invasión a Ucrania.
“Las unidades del distrito militar del sur han finalizado sus ejercicios tácticos en las bases de la península de Crimea, por lo que retornarán a sus bases permanentes”, indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado citado por agencias noticiosas locales.
El comunicado precisó que tanques, vehículos de infantería y artillería saldrían de Crimea por tren.
La televisión rusa mostró imágenes nocturnas de un interminable tren blindado que atravesaba el puente sobre el estrecho de Kertsch, construido por Rusia para conectar Crimea a su territorio.
El martes, Moscú anunció un retiro “parcial” de los soldados enviados hace dos semanas a la frontera con Ucrania, una señal de distensión tras dos meses de temores de una invasión sobre un trasfondo de crisis ruso-occidental.
Sin embargo, europeos y estadounidenses aún esperan pruebas de un mayor retiro militar ruso, aunque dicen estar prudentemente optimistas. Rusia no ha detallado la magnitud ni el calendario del retiro.
Moscú desplegó más de 100.000 militares en la frontera ucraniana, según los occidentales. En tanto, las maniobras militares ruso-bielorrusas continúan hasta el 20 de febrero en Bielorrusia, el vecino prorruso de Ucrania.
Por su lado, Ucrania celebra hoy miércoles un ‘Día de la Unidad’ frente a la amenaza de invasión rusa, en un momento en que la retirada parcial de las tropas de Moscú de la frontera alimenta la esperanza de una resolución pacífica de esta crisis.
El despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania había sido catalogado por Estados Unidos como un riesgo de una invasión inminente y es considerado como la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.