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A oscuras: los más grandes apagones que ocurrieron en el mundo

Uno de esos casos sucedió en 1981. Debido a un motín realizado por unos presos en la cárcel de Utah, EE.UU., más de un millón y medio de personas se quedaron sin luz por aproximadamente cuatro meses.

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En el gran apagón de Nueva York, la única luz fue la de los autos. Foto: Magnum Photos

Si bien el peligro de un apagón a nivel global es una posibilidad que los expertos han considerado muy remota, ha habido apagones ocurridos en grandes sectores del planeta que traen al presente la alerta de otro de gran magnitud. Pero la razón por la cual se empezó a hablar de un gran apagón fue porque Klaudia Tanner, ministra de Defensa de Austria, se refirió a un posible corte eléctrico en el continente europeo, declaración que algunos especialistas han cuestionado.

Aunque algunos expertos difieren con tal afirmación, su argumento se basa en que varias conexiones eléctricas de los países de Europa tienen un punto de unión y una red de gran escala, por lo que un defecto arrastraría a los demás conectores y provocaría un efecto dominó.

Por otro lado, en esta nota recordaremos algunos de los apagones más conocidos en la historia.

Grandes apagones que registra la historia

Gran apagón de Nueva York

Uno de los apagones más mediáticos fue el del 9 de noviembre de 1965. Fue una suspensión en el suministro de electricidad que dejó a Massachusetts, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island y Vermont en los Estados Unidos, además de Ontario, en Canadá, en tinieblas.

En esa ocasión, alrededor de 36 millones de personas y 207.000 kilómetros cuadrados fueron afectados por trece horas consecutivas. Más de un millón de individuos quedaron atrapados en ascensores, medios de transporte metropolitano suburbano, escaleras mecánicas y trenes eléctricos. Los perjuicios alcanzaron US$ 6.000 millones.

En algunas ciudades pudo funcionar el generador de emergencia, pero en otras no. En Siracusa como en otras localidades se vieron obligados a usar linternas. Incluso, la redacción del New York Times recurrió a la imprenta del Newark Evening News con el objeto de imprimir las diez páginas del 10 de noviembre.

La portada del diario de aquel día fue la fotografía del horizonte de la ciudad con las luces apagadas.

Portada del New York Times el 10 de noviembre de 1965

Utah, Estados Unidos

En la cárcel de Draper, Prisión Estatal de Utah, Estados Unidos, el 8 de enero de 1981, un grupo de prisioneros realizó un motín y los incendios que generaron llegaron a destruir los cables de alta tensión de la ciudad. Por esa razón, más de un millón y medio de personas se quedaron sin luz por más de cuatro meses (8 de enero a 26 de mayo de 1981).

India

El 2 de enero de 2001 ocurrió un verdadero caos durante 18 horas en el norte de India. Según las autoridades, colapsó el tendido; como consecuencia 230 millones de personas quedaron a oscuras. Más de 80 trenes quedaron bloqueados y se suspendieron todas las actividades comerciales y servicios. Las pérdidas se estimaron en 90 millones de dólares.

Una calle sin iluminación el 31 de julio de 2012, en Nueva Delhi. Foto: EFE

Argentina

El 20 de julio de 1976 Argentina sufrió el más cruento corte de luz de su historia. Durante una semana la ciudad de Ledesma, en Jujuy, vivió en la oscuridad. Fue un corte hecho a propósito. Lo realizaron los militares para secuestrar a 400 sindicalistas, obreros y gente de a pie que eran, para los uniformados, “enemigos” de la dictadura.

Suecia

Un país que podría considerarse impensado en esta lista, Suecia, también quedó a oscuras. Fue del 27 de diciembre de 1983 al 25 de marzo de 1984. Dos tercios de la red eléctrica de ese país cayeron de circulación cuando se produjo un cortocircuito en un transformador. Afectó a 4 500 000 de personas y su duración (89 días) lo tornó dramático.

¿Podría ocurrir un apagón mundial?

No se trata de un apagón en la totalidad de la Tierra, pero se está considerando un apagón en un gran sector de la misma. Klaudia Tanner, ministra de Defensa de Austria, dio un anuncio junto a un plan que tiene en marcha con la finalidad de prepararse para un posible corte eléctrico en el continente europeo por días o semanas. La ministra alertó sobre un supuesto ‘”blackout”; esta es definida como una falla de energía.

Antonio Turiel, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, indicó al diario español Nius que estas especulaciones han nacido porque hay falta de gas en más de un país europeo.

“Cuando se habla del gran apagón, hay un riesgo real. Es posible que se produzca una descompensación muy grande a gran escala, a nivel europeo y que todo colapse. Los últimos años, cada vez que hay una descompensación se utilizan sistemas eléctricos de centrales grandes que puedan entrar y salir de manera fácil, es decir, las centrales térmicas. Pero ahora vamos justos de gas y el precio está subiendo. Nos estamos quedando sin una herramienta importante para la compensación”, declaró Turiel.

Acorde con el especialista, este es un problema del cual se ha hablado tiempo atrás; sin embargo, la falta de gas y la subida reciente de precios es lo que ha originado que los gobiernos permanezcan vigilantes antes esa posibilidad.

Una opinión diferente tiene Roberto Gómez-Calvet, profesor del área de Empresa de la Universidad Europea de Valencia y experto en suministro energético, pues asegura que no ha llegado a entender ese mensaje. “Está fuera de contexto (...) Los reguladores eléctricos de Europa son los mejores del mundo”.

Gómez-Calvet apunta que, por ejemplo, en el caso de España existen diversos mecanismos para que, en caso de un desabastecimiento energético, este no llegue a concretarse en un apagón generalizado en las ciudades o en los hogares.

Uno de ellos son los llamados contratos de interrumpibilidad y que afectan a los grandes consumidores energéticos, como fundiciones o cementeras, por ejemplo, que compran la electricidad más barata que los consumidores individuales porque “tienen un compromiso de que si hay necesidad interrumpen su actividad”, explica el experto, que también defiende que esas restricciones no afectarían en ningún caso a los hogares, porque “sería muy complicado de gestionar”.

Con información de Europa Press