Alex Saab, empresario considerado testaferro del presidente Venezuela Nicolás Maduro y acusado de lavado de dinero, fue extraditado el sábado 16 de octubre de Cabo Verde a Estados Unidos. Este hecho desató la ira de Caracas.
“Fuimos informados que Alex Saab fue puesto en un avión del Departamento de Justicia de Estados Unidos y enviado a ese país”, informó a la AFP Manuel Pinto Monteiro, abogado de Saab, tras calificar la medida de ilegal por considerar que el proceso judicial en Cabo Verde no se realizó en su totalidad.
La aeronave del Departamento de Justicia de Estados Unidos partió del aeropuerto internacional Amilcar Cabral, el principal de Cabo Verde, ubicado en la isla de Sal, según un corresponsal de la TV estatal de ese país, que indicó que había una fuerte presencia policial en la vía que lleva al terminal.
Venezuela calificó la extradición como un “secuestro” de su “embajador”, pues Saab, que es colombiano, recibió la nacionalidad y un título de embajador mientras estaba en cautiverio en Cabo Verde. Además, suspendió su participación en la ronda de negociación con la oposición marcada para el domingo en México para discutir la crisis política.
Alex Saab nació en Barranquilla (Colombia) y antes de amasar grandes fortunas de dinero, vendía llaveros y uniformes en su ciudad natal.
Poco tiempo después, conoció a Álvaro Pulido, otro de los contratistas de la administración de Nicolás Maduro y que está siendo buscado por la justicia norteamericana.
Pulido, quien en realidad se llama Germán Rubio, participó en negocios relacionados a casos de narcotráfico en Colombia, lo que permitió que se relacionara con contrataciones millonarias en Venezuela, según publicó la revista Semana.
Alex Saab, empresario colombiano. Foto: difusión
Saab estuvo involucrado en el acuerdo que tuvieron Colombia y Venezuela para la construcción de viviendas prefabricadas en 2011; sin embargo, la empresa que lideraba, llamada Fondo Global Construcción, no tenía experiencia en el área y había sido constituida días antes del tratado.
“Aquel día, en una Caracas que todavía nadaba en la bonanza petrolera, ese personaje consiguió de golpe entre 500 y 600 millones de dólares”, se lee textual en la publicación de Semana.
La empresa en cuestión tenía otra sociedad registrada en la isla mediterránea de Malta. Además, tenía presencia en Ecuador, pero la Fiscalía de ese país sacó a la luz información sobre irregularidades entre 2013 y 2015. Procedieron a congelar su dinero y acusar a los directivos.
Tras lo ocurrido, un Fiscal en Florida lanzó una acusación contra Saab y Pulido de haber lavado unos 350 millones de dólares.
Pero eso no le impidió hacer negocios en Venezuela ni cuando falleció Chávez en 2013. Al llegar Nicolás Maduro al poder, convirtió al empresario colombiano en su principal contratista.
En los primeros años de Maduro en el poder, Saab almacenó una fortuna de 120 millones de dólares provenientes de las asignaciones de dólares preferenciales en las subastas que implementó el Gobierno venezolano. También, obtuvo 125 millones de dólares por contratos para la venta de materia prima como maíz, trigo o soja.
Además, participó en un acuerdo de 4.000 millones de dólares para la explotación petrolera con Trenaco, domiciliada en Colombia y Suiza, dice la investigación.
Las compañías Group Grand Limited —registrada en Hong Kong— y Asasi Food Fze —inscrita en Emiratos Árabes Unidos— le permitieron a Saab obtener contratos por más de 1.500 millones de dólares. Entre los negocios que ejecutó con el régimen venezolano está la distribución de las cajas de alimentos Clap.
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El colombiano Alex Saab fue detenido el 12 de junio de 2020 en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de Espargos, isla de Sal. Según medios internacionales, su avión se detuvo por combustible para continuar hacia Irán, debido a una circular roja emitida por la Interpol a petición de Estados Unidos.
El empresario es señalado como uno de los principales ‘testaferros’ de Nicolás Maduro y su arresto provocó el repudio de quienes integran el Gobierno de Venezuela. La Cancillería calificó la acción como arbitraria.
Por último, el embajador de Venezuela en Cabo Verde, Alejandro Correa Ortega, emitió un comunicado que cataloga al arresto a Saab como una violación “grave e inaceptable de las normas más fundamentales del derecho internacional: la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de otro país” y pide liberación urgente, precisó el Diario El Tiempo de Colombia.