Una pareja que disfrutaba de una romántica cena en un restaurante del estado de Texas (Estados Unidos) fue expulsada por utilizar mascarilla anti-COVID-19 para proteger a su bebé inmunodeprimido de cuatro meses de edad. De acuerdo al propietario, su establecimiento tiene una política de no usar tababocas porque no quiere seguir disposiciones del Gobierno estadounidense.
“Gasté mi dinero, puse mi sangre, sudor y lágrimas en este negocio y no quiero mascarillas aquí”, sostuvo Tom, propietario del local ‘Hang Time Sports Grill & Bar’ a KTVT. “Siento que la reacción general con las máscaras en Estados Unidos es ridícula en este momento”, agregó.
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La pareja conformada por Natalie Wester y su esposo, José López Guerrero quedó en shock cuando una camarera les pidió que se quitaran las mascarillas. Ellos usan los tapabocas porque no quieren contagiarse de coronavirus y luego poner en peligro la vida de su bebé, que sufre de fibrosis quística.
“Se me sienta al lado y dice: ‘Oye, nuestro gerente está allí en la cocina y no es tan amable como yo. Lamentablemente, esto es una cuestión política, pero nuestro gerente no cree en la mascarilla. Está cansado de que los políticos le digan qué hacer, por lo que tendrás que quitártela’”, contó la joven madre.
Wester confesó que se “quedó sin palabras” tras la insólita petición del gerente. Luego solo atinó a explicar que eran clientes asiduos al local y que tenían un hijo con el sistema inmunológico deprimido, pero la camarera no cedió.
Después de unos minutos, el intolerante propietario del restaurante ordenó botarlos. “Se les recordó que se quitaran las mascarillas en la entrada y no quisieron, así que les pedimos que se fueran”, resaltó Tom.
Pese a todo, la madre no planea emprender acciones legales contra el restaurante. Foto: CNN
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La pareja ha salido sola unas pocas veces desde que nació su hijo; sin embargo, la experiencia les ha hecho sentir que no vale la pena. “Es un caso tener que lidiar con personas como estas que son antimascarillas (…) y que lo están convirtiendo en un tema realmente político cuando debería ser un tema científico”, enfatizó Wester.
Pese a todo, la madre no planea emprender acciones legales contra el restaurante, simplemente, su objetivo al compartir su experiencia era “alentar al propietario a que revise sus políticas y también alentar a sus clientes a que quizás analicen de nuevo a quién le están dado su dinero”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan incluso a las personas vacunadas que usen mascarillas en lugares públicos cerrados si se encuentran en áreas de transmisión alta o si un miembro de su hogar tiene un sistema inmunológico debilitado.
El Gobierno de Estados Unidos exigirá a los extranjeros adultos estar vacunados contra el COVID-19 para entrar a la nación, en un cambio de política que implica el levantamiento de las restricciones de entrada para viajeros que provengan del Reino Unido, la Unión Europea, Brasil.
La Casa Blanca confirmó el último lunes el cambio de políticas sanitarias para poner fin a la medida que está en vigor desde antes que empiece la administración de Biden, pero entrará en vigor a inicios de noviembre, para dar tiempo a las aerolíneas y empresas de viaje a prepararse para cumplir los nuevos medidas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, autorizó el miércoles el empleo de una tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer en la población mayor de 65 años, que es considerada de alto riesgo de exposición al virus y de padecer complicaciones graves de la enfermedad.
La entidad reguladora de la comercialización y aplicación de los fármacos en EE. UU. indicó que “modificó la autorización de uso de emergencia para la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech, a fin de permitir el uso de una única dosis de refuerzo, que debe administrarse al menos seis meses después de completar la serie primaria”.