La detenida expresidenta interina Jeanine Áñez pidió al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, “venir a Bolivia” en una carta difundida este viernes.
“Sr. Almagro y comunidad internacional, este es el momento que deben venir a Bolivia y poner un alto a los proxenetas del poder, que son liderados por (el presidente izquierdista) Luis Arce Catacora y Evo Morales”, escribió la exmandataria derechista en la carta fechada el 5 de septiembre.
Áñez, en prisión preventiva desde marzo por su supuesta participación en un golpe de Estado contra su predecesor Morales, se autolesionó el 21 de agosto en la cárcel, informaron autoridades.
“Seguramente, mis carceleros quieren que muera en esta cárcel de la que hoy le escribo y a veces pienso que es la mejor solución”, agregó en la misiva escrita a mano.
“Pero eso no arreglará el tema de fondo, que es que en Bolivia la justicia no vale ni arregla, sino divide y arruina. (...) Soy la expresidenta constitucional de Bolivia, aunque un mentiroso y vil ser humano como Evo Morales y sus sirvientes digan lo contrario”.
La carta fue entregada a la OEA por su hija, Carolina Ribera, que viajó esta semana a Estados Unidos para denunciar la “dramática situación” de su madre, según afirmó Ribera desde la cuenta de Twitter de la expresidenta.
Ribera dijo haber entregado a la OEA “toda la información acerca del estado de precariedad de la salud” de Áñez.
También pidió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, un organismo de la OEA, pronunciarse sobre un pedido de medidas cautelares presentado por la defensa de Áñez el 27 de agosto.
Los abogados justificaron la solicitud señalando “amenazas, hostigamientos y agresiones en contra de la vida e integridad personal de la exmandataria”.
El 31 de agosto, la CIDH dio un plazo de siete días al Gobierno boliviano para informarle sobre la salud de Áñez. Este viernes, las autoridades anunciaron que ya enviaron a la CIDH la información solicitada.
El procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, dijo que en la respuesta a la CIDH, enviada el jueves por la noche, se pidió al organismo declarar “inadmisible” la petición de medidas cautelares porque “no existen elementos” que la fundamenten.
Según Chávez, una junta médica realizada el 7 de septiembre, en la que supuestamente estuvo el médico de confianza de Áñez, determinó que la exmandataria “no se encuentra en el estado que se alega en la solicitud de medida cautelar”.