En general, los contagios y hospitalizaciones en Estados Unidos están en su punto álgido desde el pasado febrero debido a la expansión de la variante Delta, prevalente en el país, con un aumento del 33,7% en los casos de coronavirus y del 40% en los ingresos hospitalarios en la última semana, según datos oficiales.
Eso supone que hay el doble de contagios que hace un año, cuando comenzó el curso escolar en muchos casos de forma remota, y el 19% de los casos corresponde a menores, según datos de finales de julio de Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Aunque esa asociación calcula que solo el 1% de los niños contagiados acaban ingresados, la semana pasada hubo una media de 216 infantes hospitalizados cada día, el mismo nivel que durante la crisis sanitaria de enero pasado.
Por eso, la AAP escribió una carta la semana pasada a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) pidiéndole que autorice cuanto antes la vacunación para los niños de entre 5 y 11 años.
Sin embargo, no está claro que esa fuera tampoco la solución definitiva, dado que un tercio de los estadounidenses que tienen la edad suficiente para ponerse la vacuna todavía se resisten a hacerlo, y la mitad de los padres de adolescentes de entre 13 y 17 años no tienen claro si vacunarán a sus hijos.
El aumento de los contagios de COVID-19 entre los niños y las divergencias sobre las mascarillas y las vacunas han ensombrecido el comienzo del curso escolar en Estados Unidos, al enfrentar a padres con profesores, a escuelas con políticos y al Gobierno federal con varios estados.
Uno de cada cuatro alumnos estadounidenses vuelve a la escuela esta semana, en muchos casos por primera vez en persona desde el comienzo de la pandemia, y lo hacen en un clima de nerviosismo y preocupación por la propagación de la variante Delta en la nación.
Aunque todavía no hay pruebas de que esa variante genere casos más graves entre los menores, lo cierto es que los contagios entre niños y adolescentes se están disparando en varios estados con casi 94.000 nuevos casos detectados la semana pasada, según datos de la AAP.
El presidente estadounidense Joe Biden se mostró este martes 10 de agosto “muy preocupado” por los casos de “niños pequeños, de cuatro, cinco o seis años, ingresados en hospitales”.
“Los niños se están contagiando porque en la mayoría de los casos viven en estados y comunidades con una baja tasa de vacunación, y se contagian de adultos no vacunados”, lamentó el mandatario en una rueda de prensa.
Ese problema ha avivado el pulso entre distritos escolares, estados y el Gobierno de Biden sobre la posibilidad de imponer mandatos sobre el uso de tapabocas en las aulas o de exigir pruebas de vacunación a los profesores.