Según documentos judiciales que obtuvo la cadena CBC, el Vaticano empleó una gran parte de la indemnización que se pactó como método para la reconciliación con las miles de víctimas de internados en Canadá.
Los colegios que funcionaban como internado fueron administrados por la Santa Sede entre 1890 y 1977, lo que trajo graves consecuencias que han salido a la luz en los últimos años y sobre todo en los últimos meses.
De acuerdo a un tratado firmado en el año 2005 por la Iglesia católica junto a otras tres iglesias gestoras de estas escuelas, la anglicana, la unida de Canadá y la presbiteriana, debían pagar a los supervivientes 23,2 millones de dólares y 20 millones de dólares en servicios en especie.
Pese a ello, los papeles señalan que 2,2 millones de dólares se gastaron en pagar a abogados y 1,8 millones en administración.
En torno a los servicios, el contable de la Santa Sede testificó que les dio por toda la suma, aunque como “no ha auditado estos registros y cuentas, no tiene una base para valorar estos servicios y se basa únicamente en las actas de las reuniones”.
En la misma línea se han descubierto otras posibles irregularidades, como la carencia de estados financieros anuales de la Iglesia católica hasta el 2012.
Centenares de cuerpos fueron encontrados en variados internados indígenas en Canadá en los últimos meses. Los hechos desataron manifestaciones en ciudades canadienses en contra de la Iglesia.
Con el hallazgo de los cadáveres de 215 estudiantes, el papa Francisco expresó su dolor e incitó a las autoridades religiosas y políticas a comprometerse para aclarar los hechos. Pero no hubo una disculpa formal.