Los talibanes apuntaron a una nueva fase de guerra con el asalto de este 7 de julio de la ciudad de Qala-e-Naw, la capital de la provincia afgana de Badghis, una escalada en los planes de conquista de nuevos territorios de Afganistán, que avanzan mientras Estados Unidos continúa su retirada.
Qala-e-Naw fue tomada parcialmente este miércoles por los talibanes, tras colapsar la defensa montada por las fuerzas de seguridad afganas.
Esta es la primera capital provincial afgana en ser atacada y parcialmente invadida por los talibanes desde que el año pasado firmaron con Estados Unidos en Doha un acuerdo para encontrar una salida a dos décadas de guerra.
Por su parte, las autoridades afganas aseguraron que han ido recuperando el control de Qala-e-Naw y las operaciones defensivas continúan para expulsar a los insurgentes con intensos enfrentamientos en varias partes del territorio.
La ciudad cedió a la acometida de los talibanes tras rendirse unos 600 miembros de las fuerzas de seguridad y algunos altos funcionarios de la policía provincial, según dijo Zyauddin Akazoy, representante parlamentario por la provincia de Badghis.
“Los talibanes entraron en la ciudad, irrumpieron en la cárcel y algunos edificios gubernamentales. Hay enfrentamientos dentro de la ciudad”, relató el parlamentario.
Cientos de prisioneros fueron liberados de la cárcel provincial de acuerdo con Akazoy; entre ellos, miembros de los talibanes y también personas encarceladas por delitos comunes.
Imágenes de video publicadas por medios locales y cuentas no oficiales de los talibanes mostraron a presuntos insurgentes abriendo las puertas de la cárcel e instando a los presos a abandonarla.