El ultraconservador Ebrahim Raisi ganó la elección presidencial iraní con 62,2% de los votos, según resultados parciales difundidos este sábado 19 de junio que lo convertirían en el sucesor de Hasan Rohani sin necesidad de una segunda vuelta, tal como aceptaron sus propios rivales.
Orf no dio estimación de la tasa de participación, pero según cálculos extraoficiales habría sido del 53%. El censo electoral es de más de 59,3 millones de iraníes mayores de 18 años.
Según los datos parciales, el general Mohsen Rezai, excomandante en jefe de los Guardianes de la Revolución -ejército ideológico de la República Islámica-, está en segundo lugar con más 11,5% de los votos, delante del expresidente del Banco Central Abdolnaser Hemati (8,3%) y el diputado Amirhosein Ghazizadeh-Hashemi (3,4%).
El guía supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, celebró este sábado la elección ganada por Raisi como una victoria de la nación contra la “propaganda del enemigo”.
“La gran ganadora de las elecciones de ayer es la nación iraní porque se ha levantado otra vez frente a la propaganda de la prensa mercenaria del enemigo”, sostuvo.
Poco antes de difundirse los primeros resultados oficiales -según los cuales hubo alrededor de 14% de votos en blanco o nulos-, el presidente saliente Hasan Rohani anunció que había un ganador en primera vuelta, sin nombrarlo.
“Felicito al pueblo por su elección (...) Sabemos quién ha obtenido los votos suficientes en estas elecciones y quién ha sido elegido hoy por el pueblo”, declaró Rohani, en un discurso televisado. A través de mensajes en Instagram y Twitter, los tres candidatos que enfrentaron a Raisi reconocieron una victoria del ultraconservador.
Ebrahim Raisi fue sancionado por EE. UU. bajo la administración de Donald Trump. Foto: AFP
El presidente tiene poderes limitados en Irán, donde el poder real está en manos del guía supremo.
El balance del presidente Rohani quedó manchado por el fracaso de su política de apertura tras la retirada de Estados Unidos en 2018 del acuerdo sobre el programa nuclear iraní sellado con las grandes potencias en 2015 en Viena.
Esta decisión de Washington y el restablecimiento de sanciones punitivas que le sucedieron hundieron al país en una violenta recesión, privando por ejemplo al gobierno de sus ingresos por exportaciones petroleras.
En diciembre de 2017 y enero de 2018 y en noviembre de 2019, dos olas de protestas fueron violentamente reprimidas por las autoridades. Para la oposición en el exilio y las ONG, Raisi es la encarnación de la represión y su nombre está asociado a las ejecuciones en masa de detenidos de izquierda en 1988, aunque él niega toda participación.
Raisi figura en la lista negra de responsables iraníes sancionados por Washington por “complicidad en graves violaciones de los derechos humanos”.
Con información de AFP