La preocupación en Europa se incrementa por la creciente expansión de la variante Delta (antes llamada india) del coronavirus, en un momento clave en el que avanza el ritmo de vacunación y se relajan algunas medidas entre la población frente a la pandemia.
El Reino Unido ha registrado un repunte de los contagios de la COVID-19 en las últimas semanas debido a la rápida propagación de la variante Delta, identificada por primera vez en la India, a pesar del buen ritmo del plan de vacunación de la población.
Mucho más contagiosa que la variante Alfa, que apareció a finales de 2020 en Kent, en el sureste de Inglaterra, Delta empezó a propagarse sobre todo en el noroeste inglés antes de extenderse por el resto del Reino Unido, especialmente entre los jóvenes aún no vacunados con la primera de las dos dosis del preparado. Los científicos han indicado que el 90% de los contagios contabilizados en el país corresponden a la variante Delta.
La extensión del virus ha forzado al Gobierno a retrasar cuatro semanas el planeado levantamiento de todas las restricciones en Inglaterra, mientras que las otras regiones (Escocia, Gales e Irlanda del Norte) mantienen distintas medidas.
Portugal cerrará perimetralmente el área metropolitana de Lisboa y prohibirá las entradas y salidas durante el fin de semana, debido al avance de la pandemia y a la prevalencia de la variante Delta en esa región.
La medida fue adoptada ayer en consejo de ministros como “protección”, para evitar “extender” la situación de Lisboa al resto del país, y estará en vigor entre las 15:00 horas de este viernes y las 6.00 del lunes.
Las autoridades están preocupadas especialmente por la situación de la capital, donde la incidencia a 14 días ya se acerca a los 300 casos por 100.000 habitantes.
Las autoridades alemanas alertaron de la rápida expansión de la variante Delta de la COVID-19 y pidieron la “máxima prudencia” a los ciudadanos, especialmente en lo que respecta a los viajes a Reino Unido.
Según fuentes sanitarias, el avance de esa variante es patente en Alemania. Hace una semana, su porcentaje en el total de contagios era del 3,7%, mientras que ahora es del 6,2%.
Alemania se encuentra en plena desescalada de restricciones y la vida pública se ha prácticamente normalizado en las últimas semanas.
La variante Delta en Francia, según indicó este martes el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, representa entre el 2 y el 4% de los casos positivos, lo que equivale a entre 50 y 150 nuevos diagnósticos diarios. Las autoridades francesas señalan que todavía es bajo, pero instan a no bajar la guardia para que no haya un aumento exponencial de casos, como sucedió con la variante británica.
Francia retiró este jueves la obligatoriedad de llevar mascarilla en la calle, pero el Ejecutivo pide mantener la vigilancia colectiva.
La variante Delta empieza a ganar terreno, pero de forma paulatina, en Bélgica, país que se encuentra en mitad de su plan de desescalada de verano. El pasado viernes, en la rueda de prensa del Centro de Crisis Interfederal de la COVID-19, el Gobierno de Alexandre de Croo notificó que la variante Delta continúa creciendo y ya representa un 3,9% de los casos notificados y afecta especialmente a la población joven que aún no ha recibido la vacuna.
Sin embargo, algunos expertos empiezan a apuntar que la variante Delta podría ser dominante en Bélgica a finales del mes de julio.
La variante Delta del coronavirus también se propaga por Países Bajos, aunque no a un nivel preocupante todavía, por lo que el Gobierno neerlandés mantiene la tendencia hacia la desescalada de cara al verano y anunciará este viernes la relajación de varias restricciones, entre las que se espera el posible fin del uso obligatorio de la mascarilla en interiores y del teletrabajo, manteniendo siempre el metro y medio de distancia.
En Austria, donde acaban de anunciar amplias medidas de alivio de las restricciones, incluyendo la reapertura de las discotecas y clubes nocturnos, así como la eliminación del uso de la mascarilla en muchos lugares, los expertos advierten del potencial peligro de la variante Delta para los próximos meses. Según los expertos austríacos, un 6,3 % de los casos investigados de COVID-19 proceden en estos momentos de la variante Delta.
La variante Delta es todavía escasa en Italia, aunque los brotes están apareciendo en casi todo el país. Ante esta situación, el jefe del Gobierno italiano, Mario Draghi, adelantó que podría volver a obligar a guardar cuarentena a los ciudadanos que lleguen desde Gran Bretaña si preocupan los contagios.
La presencia de la variante Delta en Dinamarca también es reducida: se han registrado 154 casos en todo el país, la mayoría vinculados a viajes al exterior, aunque ya hay transmisión comunitaria y han aparecido brotes en barrios de localidades como Aarhus, la segunda más poblada.