Autoridades de Estados Unidos (EE. UU.) confirmaron el lunes 7 de junio el primer caso humano de hantavirus en el estado de Míchigan, en una mujer adulta del condado de Washtenaw, informaron medios locales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Míchigan (Mdhhs) detalló en un comunicado, publicado en su sitio web, que fue hospitalizada por una enfermedad pulmonar grave causada por este virus.
“Probablemente estuvo expuesta al limpiar una vivienda desocupada que mostraba signos de una infestación activa de roedores”, comunicó el departamento de sanidad.
Estas infecciones, asociadas con el contacto con roedores infectados, han generado el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH) en EE. UU. desde 1993.
La primera vez que se detectó que podía producirse en seres humanos un SPH fue en 1993 en el suroeste de Estados Unidos. Desde entonces, se han notificado contagios a personas en otros sitios del país y en el continente, como Argentina o Chile.
Aunque no hay casos documentados de transmisión de hantavirus de persona a persona en Estados Unidos.
“El SPH es causado por algunas cepas de hantavirus y es una enfermedad respiratoria rara pero grave y a veces fatal que puede ocurrir de una a cinco semanas después de que una persona se expone a orina fresca, excrementos o saliva de roedores infectados”, dijo Joneigh Khaldun, director médico ejecutivo y director adjunto de salud en Mdhhs en un comunicado.
El doctor añadió que “cualquier persona que entre en contacto con roedores portadores de hantavirus corre el riesgo de contraer SPS y los proveedores de atención médica con un caso sospechoso de hantavirus deben comunicarse con su departamento de salud local para informar el caso y discutir las opciones para las pruebas de confirmación”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la enfermedad se caracteriza por cefaleas, mareos, escalofríos, mialgias y problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, seguidos de disnea e hipotensión de inicio súbito.
Los síntomas de SPH suelen aparecer de dos a cuatro semanas después de la exposición inicial al virus, aunque pueden hacerlo desde una hasta ocho semanas después de la exposición. La tasa de letalidad puede alcanzar el 35-50%, informó la OMS.