Es una herida abierta en el corazón de Medio Oriente desde la mitad del siglo XX. La disputa histórica entre estas sociedades empieza a escribir un nuevo capítulo de tensión con decenas de muertos y heridos. La escalada pasó de choques con fuerzas israelíes en Jerusalén, a ataques aéreos con lanzamientos de cohetes.
El lunes 11 de mayo se conmemoraba el Día de la Independencia de Israel, que sus connacionales celebran con la marcha de la bandera. Ellos conmemoran el avance sobre Jerusalén Oriental en 1967 durante la Guerra de los Seis Días, momento en que tomaron el control de toda la ciudad. Los israelíes van por las calles musulmanas cantando y ondeando banderas, pero la otra parte considera dichos actos como provocadores. Ambas sociedades remachan derechos sobre Jerusalén Oriental o habitualmente llamada como Jerusalén Este, donde se encuentra la Ciudad Vieja.
Según Israel, toda la ciudad es suya como su capital, pero a nivel internacional solo es reconocida de esa forma por Estados Unidos. Jerusalén Este se identifica por muchos otros países como la capital del Estado de Palestina.
Los enfrentamientos, el fin de semana, comenzaron fuera de la mezquita Al Aqsa de la Ciudad Vieja de Jerusalén. La represión policial israelí en contra de palestinos, según la Sociedad de la Media Luna Roja, dejó unos 300 heridos. Por su parte, la Policía de Israel dijo que 20 agentes resultaron lesionados.
El grupo militante Hamás denunció la represión y respondió lanzando cohetes hacia Jerusalén. La otra parte respondió con más ataques aéreos hacia objetivos militares en la Franja de Gaza. El resultado, 28 palestinos muertos, entre ellos nueve menores de edad.
Pero el problema de este año viene desde hace semanas, a mediados de abril comenzó el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, que celebra la comunidad palestina. Ellos denunciaron que fueron golpeados por fuerzas israelíes durante sus reuniones.
A esto se sumó el desalojo de familias para ceder sus hogares a colonos judíos en Sheikh Jarrah, un barrio mayoritariamente árabe, por el que la justicia de Israel debía pronunciarse. Sin embargo, el fallo del tribunal quedó suspendido.
En suma, el asentamiento de nuevos grupos en territorios palestinos fue el principal motivo de conflicto que lleva décadas. Pues resulta que la ley israelí, firmada en 1950, permite a los judíos reclamar propiedades que perdieron en las guerras.
El momento más convulsivo estalló los últimos días. El pasado lunes, los enfrentamientos fueron por ataques aéreos entre Hamás, que controla la Franja de Gaza, y el Ejército israelí.
En medio de la cruzada se celebró la marcha de la bandera. A la par, los palestinos celebran el mes del Ramadán, pero la Policía cerró las puertas de Damasco para impedir el acceso a la mezquita de Al Aqsa donde se concentran los musulmanes.
La guerra, que lleva décadas, llegó a su punto álgido durante el fin de semana ante un nuevo intento del Gobierno de Benjamin Netanyahu de desalojar a las familias de la zona en disputa e intentar colonizarlas.
Una lucha bélica que tiene varias décadas. Durante los últimos años, gobiernos y organismos internacionales mediaron para que la convivencia entre ambas sociedades sea pacífica. Sin embargo, Israel no reconoce la existencia como nación del territorio de su rival. Además, se niega a ceder Jerusalén.
El centro del conflicto es Jerusalén Este donde, además, se encuentra la famosa Ciudad Vieja. Esta disputa se remonta a los inicios de la creación del estado de Israel. Ambas partes reclaman su derecho sobre ella.
Desde la primera reasignación de familias palestinas en el territorio, se les prohíbe acceder a sus propiedades, sin el derecho legal a volver a los hogares de sus antepasados. En tanto, el intento de colonización continúa sobre lo poco que queda de ellos en Jerusalén.
En abril pasado, un juzgado de ordenó el desalojo de varias personas en el barrio de Sheikh Jarrah, cercanos a la Ciudad Vieja de Jerusalén, para que se pudieran construir más asentamientos a los judíos.
El 3 de mayo, fuerzas de seguridad detuvieron a dos palestinos tras enfrentamientos registrados durante una manifestación en apoyo a las familias que estaban amenazadas con ser despojadas.
Los choques dejaron 10 heridos. Las fuerzas policiales aseguraron que atendieron la manifestación, ya que “se perturbaba el orden público”. Tras estos hechos, desde Gaza lanzaron varios cohetes como respuesta, la Administración de Netanyahu replicó y el conflicto se agravó.
La región de Palestina, situada entre el río Jordán y el mar Mediterráneo y considerada sagrada para los musulmanes, judíos y católicos, pertenecía a inicios del siglo XX al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones del movimiento sionista, comenzó a generar resistencia entre las comunidades.
Tras la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar a Palestina.
Los británicos dieron promesas a los árabes y a los judíos que posteriormente no llegaron a cumplir, entre otros motivos porque ya se habían dividido el Medio Oriente con Francia. Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas árabes y sionistas que desencadenó en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y árabes.
Luego de la Segunda Guerra Mundial y tras revelarse lo que fue el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado judío. El plan original contemplaba la partición del territorio controlado por la potencia europea entre judíos y palestinos.
Tras su fundación el 14 de mayo de 1948, el problema pasó de ser un tema local a un asunto regional. Al día siguiente, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron este territorio. Fue la primera guerra árabe-israelí, también conocida por los judíos como Guerra de la Independencia o de la liberación. El conflicto provocó que la región inicialmente prevista por las Naciones Unidas para un Estado árabe se redujera a la mitad.
En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentaría lo llevó a enfrentarse con Egipto, lo que generó nuevas disputas en el territorio. No obstante, este conflicto se definió por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra.
Ya en 1967 se desarrollaría una de las guerras que tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles, la Guerra de los Seis Días. Fue una victoria aplastante de Israel frente a la coalición árabe, ya que logró capturar la Franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental o lo que se conoce como Jerusalén Este) a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron.
El último fue la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel y le permitió a El Cairo recuperar el Sinaí (entregado completamente por Israel en 1982), pero no Gaza. Seis años después, Egipto se convirtió en el primer país árabe en firmar la paz con Israel, un ejemplo solo seguido por Jordania.
Los militares israelíes llevan a cabo diversos preparativos para una posible operación terrestre en la Franja de Gaza, comentó el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el general de brigada Hidai Zilberman. De acuerdo al agente, estos planes están siendo elaborados por los soldados y serán presentados luego a las autoridades políticas del país para su aprobación, reporta Jerusalem Post.
Por su parte, grupos militantes islámicos palestinos en Gaza dispararon cerca de 1.500 cohetes hacia Israel desde el lunes por la noche, cuando el conflicto escaló luego de días de disturbios en Jerusalén.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que la cifra abarca todos los ataques a las distintas ciudades desde que inició la escalada de violencia aproximadamente a las 18.00 horas (15.00 GMT) del lunes 10, cuando los miembros del grupo Hamás lanzaron cohetes hacia Jerusalén, lo que causó que se dispararan las tensiones.