Barcos de la marina indonesia tratan de localizar en una lucha contra el reloj a un submarino desaparecido con 53 personas a bordo que, si siguen vivas, podrían agotar sus reservas de oxígeno en 72 horas.
El sumergible de la Marina indonesia, el KRI Nanggala 402, construido hace unos 40 años, iba a participar en maniobras que incluían lanzamiento de torpedos. Pidió la autorización para sumergirse el miércoles de madrugada, y desde entonces no ha respondido a las comunicaciones o señales.
Seis barcos de la Marina y un helicóptero participan en las tareas. Los hidrocarburos pueden señalar un daño en la reserva del submarino, pero también una forma de enviar un mensaje de socorro.
Analistas militares advirtieron que el sumergible podría haberse quebrado si hubiera caído a una profundidad de 700 metros, como sugirieron la víspera las autoridades militares. El ministro australiano de Defensa, Peter Dutton, advirtió que las informaciones disponibles hacen temer “una terrible tragedia”.
Varios países ofrecieron su ayuda, entre ellos Estados Unidos, Australia, India, Francia y Alemania. Malasia y Singapur, países vecinos, enviaron barcos de socorro.
Foto: AFP
“Es posible que hubiera una avería de electricidad, lo que dejó al submarino fuera de control e impidió lanzar las medidas de emergencia, con lo que se hundió a 600 o 700 metros”, indicó un portavoz de la Marina.
El KRI Nanggala 402 fue construido en Alemania en 1978, según una página web del Gobierno, y posteriormente se le realizaron modificaciones para modernizarlo. Es un submarino de propulsión diésel.
Indonesia no ha conocido incidentes graves vinculados con sus sumergibles, pero otros países sí han sufrido accidentes de este tipo. Una de las tragedias más conocidas ocurrió en 2000, cuando el submarino nuclear ruso Kursk se hundió cuando hacía maniobras en el mar de Barents con 118 tripulantes a bordo.
Uno de los torpedos explotó y provocó la destrucción de todo el depósito de municiones. Unos 23 marinos sobrevivieron a la deflagración, pero murieron ya que no fueron socorridos a tiempo.
En 2017, el submarino de la flota argentina San Juan, con 44 tripulantes, desapareció a unos 400 km de la costa argentina. Una explosión submarina fue registrada cerca de su última posición.
En 2019, los restos del submarino Minerva, que se hundió en 1968 con 52 hombres a bordo, fueron hallados en el Mediterráneo.
El sumergible de la marina francesa, que efectuaba maniobras a una treintena de kilómetros de las costas de Toulon (sureste de Francia), se hundió en cuatro minutos y se rompió contra el fondo marino por razones que hasta ahora se desconocen.