El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, designó el último viernes 19 de marzo a Marco Antonio Falconí, médico especialista en cirugía, como su quinto ministro de Salud Pública, tras la renuncia de Rodolfo Farfán en coincidencia con la publicación de una polémica lista de privilegiados en la vacunación contra la COVID-19.
En un decreto ejecutivo dado a conocer a última hora de la tarde, el mandatario nombró al frente de la cartera a Falconí, doctor en Medicina y Cirugía, con más de 20 años de experiencia, especialmente en la atención médica de emergencias.
Nacido en la ciudad de Riobamba, provincia de Chimborazo, y de 45 años, obtuvo su titulación con honores en la Universidad Central del Ecuador (UCE), y realizó un posgrado en medicina de Emergencias y Desastres en el mismo centro académico, precisa un comunicado emitido por la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
Inició su práctica médica en la ciudad de Tulcán, fronteriza con Colombia, donde alcanzó la presidencia de la Asociación Nacional de Médicos Rurales (Anamer), desde el que fue avanzado a distintos cargos públicos.
Desde julio de 2020, era el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), encargada de la autorización de medicamentos, entre ellos, los inmunizantes contra el coronavirus.
Su antecesor renunció este viernes al cargo para el que fue designado el 1 de marzo.
Farfán dimitió apenas 21 días después de su predecesor, Juan Carlos Zevallos, también en medio de críticas por presunta “vacunación privilegiada”, entre ellos de su madre en un centro geriátrico.
El Gobierno ecuatoriano reconoció este viernes que una decena de funcionarios del entorno más próximo al presidente Moreno fueron vacunados al inicio de la campaña en enero, dentro de los esfuerzos para proteger al mandatario de posibles contagios.
Entre los vacunados se encuentran asistentes de la silla de ruedas del presidente, militares jefes de seguridad, la asistente, enfermera y los responsables del manejo y servicio de la residencia presidencial.
La vacunación de “privilegiados” lleva semanas agitando a la opinión pública, que exige saber los nombres de todos aquellos que por amiguismo e influencia tuvieron acceso al plan de vacunación antes de lo que les correspondía, cuando para el resto de la población avanza de manera extremadamente lenta.
Esta semana, después de pedir las listas de privilegiados por la vía oficial y no encontrar respuesta, la Fiscalía allanó la sede del Ministerio de Salud en Quito y la gerencia de un hospital, de donde se llevó equipos y documentación.
La renuncia de Farfán es la cuarta de un titular de Salud desde mayo de 2017, y la tercera desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020.