Por Francesco FONTEMAGGI, corresponsal de AFP
Moscú convocó a su embajador de Washington este miércoles 17 de marzo, mientras las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se sumían en una crisis luego que el presidente Joe Biden calificara a su par ruso Vladimir Putin de ser un “asesino” y que “pagará las consecuencias” por la injerencia en las elecciones.
En una entrevista con la cadena estadounidense ABC News, Biden fue preguntado por un informe de la inteligencia estadounidense según el cual el presidente ruso intentó perjudicar su candidatura en las elecciones de noviembre de 2020 y promover la de Donald Trump. “Pronto verán el precio que va a pagar”, dijo Biden.
La entrevista se emitió mientras el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunciaba el endurecimiento de las restricciones a la exportación impuestas a Rusia a principios de este mes como castigo por el envenenamiento de Navalni.
Rusia respondió convocando a su enviado en Washington para realizar consultas sobre sus vínculos con Estados Unidos, pero subrayó que quería evitar un “deterioro irreversible” de las relaciones.
“El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, ha sido invitado a venir a Moscú para realizar consultas con el objetivo de analizar qué se debe hacer y hacia dónde ir en el contexto de los lazos con Estados Unidos”, dijo el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
“Putin es nuestro presidente y un ataque contra él es un ataque contra nuestro país”, dijo más temprano el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Viatcheslav Volodin, en su canal de Telegram.
“Joe Biden insultó a los ciudadanos de nuestro país con su declaración”, añadió quien fuera número 2 de la administración presidencial rusa entre 2011 y 2016.
Biden muestra desde su llegada a la Casa Blanca en enero una gran firmeza frente a Putin, en contraste a la actitud más suave mostrada por su predecesor, Donald Trump, muchas veces criticada incluso desde su propio campo republicano.
Washington ya sancionó a comienzos de marzo a siete altos responsables rusos en respuesta al envenenamiento de Navalni, del que los servicios de inteligencia estadounidenses responsabilizan a Moscú.
El miércoles, también en respuesta al uso de “armas químicas”, el Departamento de Comercio estadounidense anunció que expandía las restricciones de productos sensibles hacia Rusia, sin dar más detalles.
Estas medidas no mejoran “las posibilidades de una normalización de las relaciones”, reaccionó el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov.
“Estados Unidos será plenamente responsable de un mayor deterioro de las relaciones ruso-estadounidenses, no debe haber ninguna duda al respecto”, dijo, citado por la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Las agencias de inteligencia estadounidenses investigan además otros hechos de los que Washington ya ha sospechado abiertamente de Rusia, como un reciente ataque informático de grandes proporciones o el pago de primas a los talibanes para matar a soldados estadounidenses en Afganistán.
En un nuevo informe, las autoridades estadounidenses acusaron también a “actores ligados al gobierno ruso” de nuevas injerencias electorales en 2020, después de las de 2016.
“Tuvimos una larga charla, él y yo, lo conozco relativamente bien”, contó el mandatario demócrata, quien ya fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017). “Le dije ‘te conozco y me conoces. Si establezco que esto ha ocurrido, prepárate’” para las consecuencias, añadió, sin explicar a qué se refería exactamente.
El mandatario afirmó, sin embargo, que le gustaría poder “trabajar” con Rusia “cuando sea de nuestro interés común”, como en la prolongación del acuerdo de desarme nuclear New Start decidida poco después de su llegada al poder.
Moscú, de su lado, se ha defendido de las acusaciones de injerencia electoral. “Este informe es incorrecto, completamente infundado y sin pruebas”, aseguró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Rusia no interfirió en las elecciones precedentes” de 2016 que llevaron a la victoria de Donald Trump y “no ingirió en las elecciones de 2020” vencidas por Joe Biden, remarcó. Según él, este informe es un “pretexto para volver a poner en la agenda la cuestión de las nuevas sanciones contra Rusia”.