El Gobierno de Francia no descartó decretar cuarentenas locales si los indicadores de la COVID-19 empeoran y la presión en los hospitales se agudiza.
Esta posibilidad fue anunciada por el primer ministro francés, Jean Castex, quien advirtió la mañana del 12 de octubre que se debía evitar por todos los medios un confinamiento a nivel nacional ante la llegada de una segunda ola del coronavirus.
“No hay que excluir nada cuando vemos la situación en los hospitales”, respondió Castex en una entrevista a la emisora France info.
El primer ministro reconoció que “la realidad de una segunda ola está aquí”. Aunque no presentó nuevas medidas para evitar la propagación del virus, señaló que eso podría ocurrir próximamente.
El funcionario apuntó que su estrategia se basa en “una respuesta graduada”, y que en la actualidad hay nueve áreas urbanas, empezando por las de París y Marsella, que se encuentran en situación de máxima alerta con restricciones particulares.
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Bajo esos términos, manifestó que regular el espacio privado no será jurídicamente posible. No obstante, su mensaje también ha sido un llamado a la responsabilidad de la población.
En concreto, pidió que no haya concentraciones de muchas personas en los domicilios y que se tenga cuidado cuando se hagan visitas a los abuelos, en particular en las vacaciones escolares de otoño que iniciarán en la segunda mitad de octubre.
Durante este último fin de semana, las cifras de contagios en Francia han alcanzado niveles muy elevados, en particular el sábado 10 de octubre, cuando se alcanzó un récord de 26.896 en 24 horas. Un día después, el número bajó y se quedó en 16.101.
Con información de EFE