China, país donde se originó la COVID-19, informó ante los medios de comunicación que por el momento no realizarán una vacunación masiva a toda su población para combatir el coronavirus.
Así lo comunicó el director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Gao Fu, a la agencia de noticias estatal China News Service.
“La epidemia está controlada, no hay necesidad de una vacunación a gran escala en esta etapa", mencionó Gao Fu, quien no descartó que en caso de que se presentara un hecho grave como el de Wuhan, los lugares afectados sí recibirían una vacunación a gran escala.
Asimismo, otra razón por la cual aún no se vacunaría a toda la población de China es por los cuestionamientos que recibió el país asiático en el pasado mes de agosto, luego de que anunciara que tenían una inyección lista, pese a no haber pasado todas las fases de prueba.
En medio de este contexto, Gao Fu dijo que la potencial vacuna debería ser aplicada a todos los trabajadores que se encuentran en la primera línea de defensa y grupos de riesgo.
No obstante, un funcionario de la Comisión Nacional de Salud, Zheng Zhongwei, aseguró que estas agrupaciones ya comenzaron a recibir la dosis contra el coronavirus.
Cabe destacar que existen 32 candidatas a vacunas contra la COVID-19 que están siendo probadas en humanos alrededor del mundo y, de ellas, tres son propias de China: las de Sinovac, CanSino Biologics y Sinopharm. Estas se encuentran en la fase tres de los ensayos.
Según el director de la CDC de China, Gao Fu, la aplicación de una potencial vacuna del país asiático podría presentar efectos secundarios en las personas.
“Dado que nunca antes se había desarrollado una vacuna contra la COVID-19, lo que hace que esta sea la primera en la ciencia, es posible que pueda inducir efectos ADE (mejora dependiente de anticuerpos, o sea, cuando un tratamiento empeora la enfermedad), como cualquier otra eventualidad que podamos enfrentar.”
Por otro lado, María Elena Bottazzi, experta en vacunología y decana asociada de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de la Universidad de Baylor, compartió la misma postura que Gao Fu, y asegura que aplicar la vacuna contra el coronavirus puede ser complejo y riesgoso.
“Todavía no existe una vacuna que haya probado su efectividad contra el coronavirus. Por más que China esté probando algunas, dar un paso como inocularla en toda la población sería demasiado arriesgado a este punto”, explicó para la BBC.
Del mismo modo, Botazzi detalló que para realizar una vacunación masiva contra la COVID-19 se debe realizar una gran labor logística que tomará tiempo.
“Algo que debemos tener claro es que el proceso para que todo el mundo llegue a ser parte de esta vacunación masiva no va a ser de hoy para mañana. Es un proceso que tardará como mínimo entre dos y cuatro años”, precisó.