Alain Cocq de 57 años, natural de Francia, quien padece de una enfermedad incurable y anunció su intención de dejarse morir, aceptó este miércoles 9 de septiembre volver a alimentarse.
“Ya no podía seguir llevando este combate”, expresó Cocq a la AFP desde el hospital Universitario de la ciudad de Dijon, donde fue recibido el lunes tras cuatro días de no cumplir con su tratamiento y alimentación.
“Lo siento, pero necesito serenidad para partir en paz”, señaló en su cuenta de Facebook, la misma en la que iba a retransmitir su ‘desconexión’ el pasado viernes hasta que la red social le bloqueó la grabación en vivo.
Este activista del derecho a morir con dignidad tiene una afección extraña que tapa sus arterias y le provoca un fuerte sufrimiento. El trastorno no tiene nombre y hace que las paredes de sus vasos se peguen, lo que causa una “isquemia”, es decir, un paro o insuficiencia de la circulación sanguínea en un órgano o un tejido.
Postrado en una cama, el quincuagenario había apelado al mandatario Emmanuel Macron, al pedirle que le ayudara a morir y que permitiera un suicidio asistido por un profesional de la salud.
Sin embargo, el presidente francés se rehusó a cumplir con su exigencia. “Puesto que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su demanda”, dijo Macron en una carta dirigida a Cocq.
El lunes durante la noche, el paciente “sufría demasiado” y fue internado “después de una intervención de los servicios de auxilio”, indicó Sophie Medjeberg, abogada y vicepresidenta de la asociación Handi-Mais-Pas-Que, elegida para asistirlo en el final de sus días.
Alain “está mejor, la lucha continúa, pero de otra manera”, contó a la agencia de noticias Medjeberg este miércoles.
Los artículos bajo la firma Mundo LR son elaborados por nuestro equipo de periodistas especializados. Un grupo de editores se encarga de revisar minuciosamente estas publicaciones, por lo que se garantiza que cada uno de sus contenidos cumpla con nuestra línea editorial y resulte relevante para nuestros lectores.