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Forman una cadena humana para salvar a una persona del mar en Reino Unido [VIDEO]

Debido a la fuerte marea, un nadador no podía salir del mar, pero la rápida acción de un gran grupo de bañistas logró salvarle la vida.

larepublica.pe
El hombre logró sobrevivir gracias a la cadena humana que armaron los bañistas que estaban en la orilla. Foto: Richard Markham

Un dramático momento se vivió en las aguas de Dorset, en Reino Unido, cuando un hombre que no podía salir del mar porque la marea azotaba a causa de la tormenta Ellen, fue rescatado gracias a una cadena humana.

De acuerdo a la información brindada por Daily Mail, todo ocurrió cuando un bañista comenzó a pedir ayuda, pero los socorristas, que estaban en la orilla, tan solo creyeron que estaba saludando a alguien, pero segundos más tarde se dieron cuenta que se encontraba en peligro.

Fue en ese momento que todos se organizaron, 30 personas aproximadamente, y entre los veraneantes se acercaron hasta la orilla y se tomaron de los brazos para armar una cadena humana.

No obstante, las fuertes olas dificultaban la acción de rescate, por lo que un hombre intentó ayudar al bañista y nadar hacia él, pero también terminó atrapado en el agua. Finalmente, tras dos largos minutos, lograron sacarlos a los dos y ponerlos a salvo. Ninguno requirió asistencia médica, detalló el medio antes citado.

"Fui testigo de todo el asunto y aunque la gente se apresure a sacar conclusiones sobre por qué el hombre estaba en el mar, también fue muy sorprendente ver a aquellos que arriesgaron su vida para intentar rescatarlo", escribió Emily Foote en Facebook, acompañado del video en el que se observa el rescate.

"Fue tan aterrador presenciar el momento. Pero además vi los actos desinteresados de todos los involucrados y los fuertes aplausos después de lo que fue, afortunadamente, un final feliz. Como local, conozco los peligros, pero parece que a veces no todo el mundo entiende", agregó.

Es importante mencionar que el episodio fue registrado el 20 de agosto en Durdle Door, cerca de West Lulworth, sur de Inglaterra. El joven estaba nadando en horas de la tarde cuando comenzó a tener problemas para regresar a la orilla y quedó expuesto a grandes olas y vientos de 32 km/h.