Luego de haber alcanzado un hito con más de 100 días sin registrar contagios locales por coronavirus, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció los primeros casos positivos por transmisión comunitaria de la enfermedad en su territorio.
Según el New Zealand Herald, las alarmas se encendieron tras el anuncio del último martes luego de que Ardern precisara que en el sur de la ciudad de Auckland, la más grande del país, fueron detectados los cuatro casos confirmados, todos miembros de una misma familia.
El lunes 10 de agosto, un hombre de entre 50 a 60 años se acercó a un centro de salud para realizarse una prueba tras presentar síntomas de la COVID-19, a pesar de no haber viajado fuera del país ni mantener contacto con algún sospechoso de portar el virus. Finalmente, dio positivo a dos exámenes.
Tras los resultados, personal médico decidió realizar tests de descarte a su familia. Los resultados arrojaron tres positivos más, mientras que otras tres personas dieron negativo. Aquellos que fueron confirmados como portadores de la enfermedad acudieron a sus lugares de trabajo sin conocer su estado de salud, según explicó Ardern.
Asimismo, señaló que algunos barrios de la capital se vieron afectados ante posibles contactos. Todos ya fueron puestos en aislamiento obligatorio por 14 días independientemente de lo que arrojen sus pruebas y no pueden abandonarlo hasta que den negativo.
Sin titubeos, las autoridades decretaron el confinamiento de nivel 3 en toda la ciudad, mientras que el resto del país volverá al nivel 2, en ambos casos hasta la medianoche del viernes. Los residentes de Auckland deberán volver al trabajo remoto, mientras que las escuelas, restaurantes, negocios, entre otros; deberán cerrar.
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Jacinda Ardern invocó a sus compatriotas a no alarmarse, ya que “no hay razón para entrar en pánico”. “Sabemos qué hacer porque ya lo hemos logrado anteriormente”, expresó en conferencia de prensa.