Una médica del Hospital de San Bernardo, ubicado en la ciudad de Salta (Argentina) vivió una pesadilla después de recibir amenazas de muerte luego de atender a una mujer que llegó con síntomas compatibles con los de la pandemia del coronavirus.
La profesional de la salud, que prefirió mantenerse en el anonimato, contó su testimonio a La Nación. En mayo, la médica recibió a las tres de la madrugada a una mujer. La paciente pertenecía a una familia que había ingresado al país de manera ilegal y la dejaron en el centro de salud.
Al día siguiente volvieron para visitar a la paciente, pero la doctora les explicó que no iba a ser posible por el protocolo de la COVID-19. “No podíamos dejar a la paciente en la calle. Decidí recibirla con el protocolo, porque no sabíamos si tenía coronavirus, pero venía de un lugar con circulación comunitaria. La recibí y le prohibí el ingreso a sus familiares, que debían ir a cuarentena obligatoria”, explicó.
Tras tomar esta decisión, el hostigamiento de los familiares nunca cesó y se convirtieron en amenazas. “Fue en ese momento que comenzó la agresión. Dijeron que me iban a violar, que me iban a encontrar muerta”, aseguró. “Ellos pusieron en riesgo a la población de esta provincia y violaron la restricción de ingreso de personas provenientes de zonas de riesgo”, agregó.
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Sin embargo, las agresiones crecieron cuando entregó a la familia los resultados de la paciente. La doctora relata que le dijeron que sabían dónde vivían y cuál era su auto. Con el miedo de las amenazas, la mujer colocó una denuncia en la comisaría y la Policía le puso un resguardo policial que duró unas horas. “¿Hasta qué punto puedo trabajar tranquila?”, se lamentó.