El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este domingo que “el uso de la fuerza letal está autorizado” para los cuerpos de seguridad, ante al aumento de los homicidios registrados el fin de semana y atribuido a las pandillas.
A través de su cuenta oficial de Twitter apuntó que la organización criminal Mara Salvatrucha (MS13) está “aprovechando que casi la totalidad” de la “fuerza pública está controlando la pandemia” del coronavirus.
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“El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños”, subrayó Bukele en la red social.
Añadió que “el Gobierno se encargará de la defensa legal de quienes sean injustamente acusados, por defender la vida de la gente honrada” e instó a la Fiscalía General de la República (FGR) a “procesar a los aliados de las pandillas” por “asociaciones terroristas” y “apología del terrorismo”.
El mandatario también instruyó que los miembros de la Policía y del Ejército den prioridad a atender la escalada de homicidios en medio de la pandemia de COVID-19, lo que supone un duro golpe a la estrategia de contención con la vigilancia de los uniformados en la calle.
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Según reportes de la prensa local, que el Gobierno no ha desmentido, el viernes se registraron 23 homicidios en todo el territorio y entre sábado y domingo otros 10 en la zona oriental del país.
Agregó que la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada "deberán priorizar el resguardo de sus vidas, de sus compañeros y de los ciudadanos honrados".
Sin entrar en detalles, llamó a la oposición política a “que se pongan del lado de la gente honrada, y a las instituciones que controlan a dejar de proteger a quienes asesinan al pueblo”.
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Actualmente, las autoridades de seguridad disponen de unos 23.000 policías y más de 7.000 militares para la atención de la pandemia, y se desconoce cuántos serán delegados para controlar el alza de asesinatos.
Las autoridades no han detallado si los homicidios del viernes están relacionados con purgas dentro de las estructuras criminales, intentos de ampliar el control en sus territorios o si son asesinatos de civiles que se han saltado la cuarentena por el COVID-19.
De acuerdo con informaciones de la prensa local, las principales pandillas, la MS13 y Barrio 18, que poseen unos 60.000 miembros, ordenaron a los pobladores de las zonas que controlan respetar el confinamiento bajo amenazas de muerte.
Con información de EFE