Diversos fenómenos naturales se han observado en la últimas semanas en varios puntos del planeta. Hace un par de semanas, las tortugas oliváceas aparecieron repentinamente en las costas de la India. Ahora, otro evento sorprende en las playas de México.
En pleno confinamiento obligatorio a causa de la pandemia del coronavirus, las playas de Acapulco se iluminaron durante la noche gracias al comportamiento de diversos microorganismos, el cual se conoce como bioluminiscencia.
Esto sucedió específicamente en las aguas de Puerto Marqués, según las fotos y videos que compartieron los usuarios de redes sociales. Las imágenes compartidas por los habitantes muestran la luminosidad en la orilla como si hubiera una luz neón dentro del mar.
Usuarios en las redes sociales advierten que es gracias a la falta de gente y turistas que la naturaleza se muestra tal como es y puede respirar.
Contaron que personas con negocio de cuatrimotos las estacionan en la zona donde viven estas algas y organismos marinos para atraer visitantes, por lo que su no presencia ayudó a ver este fenómeno.
La falta de presencia humana ha ayudado a la limpieza de las playas de Acapulco que, a pocos días de empezar la cuarentena, sus aguas recuperaron un color turquesa natural libre de contaminación.
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La bioluminiscencia es conocida como la capacidad que tienen algunos seres vivos para emitir luz mediante una reacción química como hongos, gusanos, bacterias, moluscos y demás organismos microscópicos. La enzima luciferasa interviene en este proceso de la naturaleza.
Al igual que en las aguas de Puerto Marqués, este fenómeno se aprecia más durante la noche por el contraste con la oscuridad y falta de luz.
Los organismos marinos se camuflan para confundirse con la iluminación ambiental. Asimismo, utilizan esto como mecanismo de defensa ante la aparición de depredadores, y como señuelo para capturar ellos a sus propias presas.
La bioluminiscencia también se le conoce con el nombre de quimicoluminiscencia y se produce por el oleaje que genera algún tipo de estrés en el plancton y otros microorganismos que viven en el mar.