Una enfermera de 47 años reconoció que nunca pensó que fuera a adquirir el coronavirus, pero gracias a la ayuda de sus colegas en la clínica de Occidente en Bogotá (Colombia) logró salir bien librada de la enfermedad.
“Cuando me infecté hasta ahora estábamos empezando a ver los primeros casos en la institución”, contó Nancy Zárate, que pasó los primeros cuatro días en casa luego de conocerse que era portadora de la COVID-19, pero su salud se complicó y fue hospitalizada en “su segundo hogar”, la clínica.
“Los tres primeros días fueron terribles, inclusive me llegaron a hablar de que era posible que me bajaran a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), después fui evolucionando mejor”, detalló la profesional de la salud.
Lo más difícil de la enfermedad para Nancy fue dejar de ver a sus dos hijos y su esposo. “No podían venir a visitarme y obviamente estaban asustados por toda la información que dan en los medios y la mortandad de la enfermedad”, señaló a Noticias Caracol.
“Es muy duro, sentía asfixia”, comentó la profesional al superar la COVID-19.
Cuando venció el coronavirus, decidió volver a trabajar, algo que preocupa a su familia “porque dicen que no hay seguridad de que a mí no me vuelva a dar la enfermedad". "Escogimos esta profesión y estamos dispuestas a dedicar nuestros conocimientos para que estos pacientes mejoren”, comentó.
Nancy relató que su familia presentó síntomas. “A mí me hospitalizaron, mi esposo se quedó en casa. La Secretaría de Salud y la EPS a la cual pertenezco estuvieron muy atentos, siempre los llamaron, los valoraron, también les tomaron pruebas, todavía no ha salido el reporte de ellos, pero ya están mejor”.
Sus hijos y esposo son la razón por lo que la enfermera Nancy pide un alto a los casos de exclusión a los trabajadores en salud por el coronavirus. “La discriminación contra nosotros es injusta porque hacemos nuestro trabajo, cumpliendo con nuestro deber. También tenemos familia”, finalizó.