China ha vivido un 2020 caótico tras la propagación del nuevo coronavirus, que deja casi 3 000 muertos y al menos 80 573 infectados en su territorio. Y ahora se reveló que antes enfrentó en secreto otra epidemia, la peste porcina africana.
Una investigación de Reuters arrojó que el Gobierno chino subestimó el nivel de gravedad del virus, lo cual obstaculizó la respuesta oportuna del país ante el brote, que dejó sin vida a millones de cerdos en todo el mundo.
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Incluso en la actualidad se reportó que los incentivos políticos han reforzado el secreto burocrático que el Partido Comunista Chino (PCCh) ordenó, a pesar de que la enfermedad ya es considerada una de las peores epidemias de ganado en la historia moderna.
El primer caso de la peste porcina africana fue registrado en agosto de 2018 en la provincia de Liaoning. Años antes veterinarios habían advertido a China de los riesgos a los que se exponían si se propagaba por la región del Cáucaso.
Sin embargo, las autoridades chinas hicieron caso omiso a los avisos y en solo dos semanas en agosto de ese año, el virus se registró a más de 1 000 kilómetros al sur en puercos comprados por el principal procesador de cerdo del país, WH Group.
La peste porcina africana es una enfermedad hemorrágica altamente contagiosa que afecta a los cerdos domésticos, jabalís verrugosos, jabalís europeos y jabalís americanos. Los síntomas característicos son: fiebre alta, pérdida de apetito, hemorragias de la piel y órganos internos.
Datos actualizados del coronavirus
Una vez que los animales se contagian con el virus fallecen en promedio entre dos y 10 días después. La tasa de mortalidad puede alcanzar hasta el 100%, de acuerdo a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
En un boletín informativo en línea, la OIE aclaró que la enfermedad no representa una amenaza para la salud humana.
La agencia británica charló con un criador llamado Zhao que perdió 196 cerdos en octubre pasado en la provincia de Henan.
Cuando el granjero intentó comunicar sobre el brote a la autoridad veterinaria del condado, los funcionarios lo convencieron para que no dijera nada.
“Si se encuentra que es peste porcina africana, las personas cercanas tendrán que dejar de criar cerdos”, le aseguraron.
Los funcionarios locales han evitado informar sobre los brotes de peste porcina africana por temor a las consecuencias políticas.