En junio del 2016 fue el año del Brexit, evento político que dejó en shock al mundo. Reino Unido realizaba un referéndum donde dejaba en manos de la población la decisión de continuar o no como parte de la Unión Europea. Cuando se publicaron los resultados, nadie creía lo que pasaba.
Los ciudadanos alzaron su voz y escogieron por salir del bloque europeo. Dicho movimiento fue realizado por el entonces primer ministro David Cameron, luego de haber ganado las elecciones teniendo como propuesta principal el referéndum del Brexit.
Hoy, a tres años y medio de las votaciones, la población se pregunta menos con el “¿qué pasará?” sino con el “¿cuándo sucederá?". Tal parece ser que el día de hoy, 31 de enero, es la fecha en que Reino Unido debe formalizar su salida. El encargado para terminar con esta tarea es el nuevo primer ministro Boris Johnson, líder del Partido Conservador.
No obstante, el bloque saliente pasará por unos 11 meses de transición para establecer las nuevas normas y relaciones que tendrá con la Unión Europea. Para diversos críticos, cuando se establezca el nuevo tratado, todo estará completado.
El contexto político en el que se encuentra actualmente Reino Unido es que ha tenido tres primeros ministros en un lapso de 4 años. Este ha sido uno de los factores que originó el retraso en todo este tiempo.
Primero, fue con la renuncia de David Cameron debido al impacto político que generó el referéndum por salir de la Unión Europea. Los resultados finales generaron medidas drásticas.
En segundo lugar, llegaría el gobierno de Theresa May, y con ella empezarían las negociaciones de los términos de salida con el bloque europeo. Sin embargo, la ministra pasaría por muchos problemas, ya que en las tres propuestas que presentó para el desarrollo del Brexit, entre noviembre del 2018 y marzo del 2019, todas fueron rechazadas.
Como consecuencia de ello, May tuvo que presentar su carta de renuncia, y así llegaría Boris Johnson, quién en marzo del 2019 fue presentado como nuevo líder del Partido Conservador y nombrado Primer Ministro. Una vez nombrado, Johnson sabía que sus ideas no tendrían tiempo para el debate en el Parlamento, por lo que decidió convocar elecciones para buscar mayoría que lo apoyase.
Con Johnson en el poder, y con la mayoría de apoyo a su favor, comenzó con la revisión de los acuerdos que se estipulaban en las negociaciones de salida. Sin embargo, todos los aspectos que se revisaron estaban ya aprobados cuando se encontraba Theresa May.
Hasta ese momento, las resoluciones que ya estaban aprobadas eran como el periodo de transición pactada hasta el 31 de diciembre del 2020, el pago de 50 millones de dólares que debe realizar Reino Unido a la Unión Europea por la honra de compromisos adquiridos como miembro del bloque, y mantener los derechos para todos los ciudadanos que salgan y entren por ambas zonas.
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De esta manera, quedaba un punto pendiente: la frontera irlandesa. Con la salida de Reino Unido, el Primer Ministro planteó la idea de volver a poner barreras físicas entre Irlanda (perteneciente a la UE) e Irlanda del Norte. Cabe resaltar que, esas barreras fueron uno de los factores que pusieron fin a la violencia entre ambas naciones desde hace años.
Pese a ello, tanto Londres como Bruselas se comprometieron a que eso no suceda ya que Johnson desea poner las barreras, pero conservando las actividades de materia de bienes con la Unión Europea.