El máximo líder de Irán, Alí Jameneí, aseguró que el lanzamiento de misiles a dos bases militares norteamericanas en Irak no es suficiente para consumar la “venganza” que ha jurado contra Estados Unidos.
El ayatolá, como se le conoce a este jefe supremo iraní, asegura que es necesario expulsar a las tropas estadounidenses del Medio Oriente.
“Se les dio una bofetada, pero tal acción militar no es suficiente, la presencia corrupta de EE. UU. debe terminar”, dijo Alí Jameneí luego de adjudicarse la autoría de Irán sobre el bombardeo a la base militar estadounidense en Irak el último martes 7 de enero.
Además, agregó que fueron los norteamericanos quienes “trajeron guerra, sedición y destrucción” a su país.
Mientras, la multitud que acompañaba el discurso de Jameneí vitoreaba “muerte a Estados Unidos” y “muerte a Israel”.
El último martes 7 de enero, bajo el nombre de “Operación Mártir Soleimani”, la Guardia Revolucionaria disparó decenas de misiles balísticos contra la base aérea Ain al Asad, ubicada en la provincia de Al Anbar, al oeste de Irak.
Se trataría del primer paso de la “venganza” de Irán sobre los Estados Unidos por la muerte del general Qasem Soleimani, ordenada por el mismo Donald Trump.
Información del Pentágono confirmó que el ataque fue contra dos de sus bases, la de Ain Al Asad y otra en Erbil, en las que permanecen sus tropas. Aún están evaluando los daños.
Luego del bombardeo iraní, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump escribió a través de su cuenta de Twitter que estaban contabilizando el nivel de los daños y que, hasta el momento, “todo estaba bien”, pues se trataba del más grande ejército del mundo.
“¡Hasta aquí todo bien! ¡Tenemos el ejército más poderoso y mejor equipado del mundo, por lejos!", aseguró Trump.