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La NASA descubre una 'supertierra’ infernal, cubierta de océanos de lava

El nuevo planeta es casi dos veces más grande que nuestra Tierra y orbita una estrella bastante similar al Sol.

larepublica.pe
Ilustración del planeta Cancri 55 e.

La NASA ha descubierto un nuevo planeta ubicado a 156 años luz de la Tierra. Se trata del HD 213885b, que posee una temperatura tan alta que le ha quitado el título de “infernal” al ‘55 Cancri e’, el más caliente conocido hasta la fecha.

Este nuevo planeta posee una temperatura de 1 854 grados centígrados, capaz de derretir metales como el hierro. Es casi dos veces más grande que la Tierra y orbita una estrella tipo ‘G’, muy similar a nuestro sol.

Por dichas características califica en la categoría de ‘super Tierra’. Según informa el equipo de investigación, a cargo de Néstor Espinoza, del Instituto de Ciencia del Telescopio Especial de la NASA, hay también una particular similitud con el 55 Cancri e con relación a su diámetro y masa.

Además, ambas reciben la misma cantidad de radiación de sus respectivas estrellas y están cubiertas por un océano de lava en su superficie. No obstante, lo que los diferencia es que 55 Cancri e es un poco menos caliente que el planeta HD 213885b.

Ilustración del 'planeta infernal', 55 Cancri e.

Otra interesante característica que presenta el nuevo planeta es que abraza con tanta fuerza a su estrella, que un viaje a su alrededor toma poco más de un día. Eso quiere decir que el astro se asoma extremadamente grande en su cielo.

El descubrimiento del HD 213885b por la NASA se logró gracias al Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS), recientemente lanzado por la entidad.

Una super Tierra como potencial mundo habitable

El telescopio TESS descubrió a inicios de agosto de 2019 nuevos planetas interesantes, entre los que se encuentra uno con potencial habitable. Este es el GJ 357 d, una super Tierra, que orbita una estrella enana M, llamada GJ 375 en la constelación de Hydra.

Ilustración del planeta GJ 357 d. NASA.

Dicho astro es 40% más frío que nuestro sol y tiene la tercera parte de su masa. Dicha característica la convierte en una zona habitable, siempre y cuando su atmósfera permita atrapar suficiente calor de su estrella para generar condiciones similares a la Tierra.