Miles de personas acudieron una vez más a la Plaza Italia en la comuna de Providencia, en la ciudad de Santiago de Chile, donde participaron en un concierto sociocultural efectuado a ocho semanas del estallido social contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Con carteles en contra de Piñera y algunas consignas, la masiva concurrencia esperó con ansias la interpretación de, entre otros, la emblemática banda musical chilena Inti Illimani, que conmovió a los asistentes con un tema históricamente de protesta.
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“El pueblo unido jamás será vencido”, cantaron el viernes a pocos metros de la explanada de Baquedano renombrada por los manifestantes como “Plaza de la Dignidad”, donde tantas veces se unieron miles de chilenos para protestar por un sistema que consideran desigual.
Hubo enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía antidisturbios
Piñera ha encauzado toda sus diligencias en tratar de apaciguar las manifestaciones en Chile, sin embargo no se han detenido. Una agenda social, un llamado a diálogo con todos los sectores e incluso su venia a una posible reforma a la Constitución son algunas de sus concesiones.
Empero el Ejecutivo de Piñera “sigue sin entender lo que demandan los manifestantes” y da “bonos y migajas para amortiguar las protestas”, opinó Francisca Videla, una joven de 21 años citada por la cadena alemana DW.
Agrupaciones musicales como Illapu y los Bunkers, que se abocan a canciones con contenido social, también formaron parte del llamado concierto “por la dignidad”, con el cual en Chile se llevó a cabo otra jornada de rechazo a la gestión gubernamental.
El viernes el concierto coincidió con la publicación de un informe por parte de la oficina de la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, liderada por la expresidenta chilena Michelle Bachelet, que confirmó una serie de abusos por parte de las fuerzas del Estado.
“Estas violaciones incluyen el uso excesivo o innecesario de la fuerza que resultaron en la privación arbitraria de la vida y en lesiones, la tortura y malos tratos, la violencia sexual y las detenciones arbitrarias”, sentenció la oficina en el documento, de 35 páginas.
El Gobierno de Piñera lamentó el informe de Bachelet y adujo que los graves abusos se generaron en un “contexto” de violencia desatada, como fueron las protestas que suman ocho semanas y al principio se caracterizaron por ser multitudinarias.