EFE y AFP
En la tercera semana de protestas tras la cuestionada reelección del presidente Evo Morales, oficialistas y opositores se enfrentaron el miércoles en la ciudad de Cochabamba, en el centro de Bolivia.
Ambos bandos se pelearon con piedras, palos y petardos. Incluso unos estudiantes lanzaron cohetes con bazucas artesanales. No había reportes de lesionados ni detenidos.
Sindicatos de campesinos, principalmente de mujeres, comenzaron temprano una marcha por calles de Cochabamba para restablecer la circulación de vehículos en vías bloqueadas desde hace días por opositores.
“Evo, amigo, el pueblo está contigo” y “Evo no estás solo, carajo”, coreaban los manifestantes oficialistas, que luego chocaron contra universitarios opositores en la Plaza Bush y en otras zonas de Cochabamba.
También había protestas este miércoles en las ciudades de Santa Cruz (este), Sucre (sureste), Tarija (extremo sur), Potosí (oeste), en contra de la reelección de Morales, en el poder desde 2006. En casi todas estas ciudades los opositores obligaron este miércoles a cerrar oficinas estatales.
Los opositores inicialmente rechazaban los resultados de la votación del 20 de octubre, que dieron a Morales la reelección en primera vuelta, pero ahora demandan nuevos comicios y la renuncia del presidente y de todas las autoridades electorales.
El rostro más visible del bando opositor es el líder cívico de derechas de la región Santa Cruz, Luis Camacho quien pidió la intervención de los militares en la crisis política, y ha convocado a manifestaciones constantes.
El líder opositor llegó este miércoles en la noche al aeropuerto de El Alto, vecina de La Paz, para entregarle, en un segundo intento, al presidente Evo Morales una carta de renuncia para que la firme, en el mayor desafío al mandatario indígena desde su cuestionada reelección hace 16 días.
“La historia se repite”, declaró el presidente Evo Morales en un mitin en una plaza de La Paz, recordando que hace cuatro décadas el general golpista Luis García Meza le llevó una carta de renuncia a la presidenta Lidia Gueiler (1979-1980), instaurando una dictadura.
PUEDES VER Demandan a Sebastián Piñera por crímenes de lesa humanidad tras protestas en Chile [FOTOS]
Morales cerró su mitin gritando “¡Patria o muerte!”, llamó a sus seguidores a “enfrentar y rechazar el golpe de Estado de los racistas que intentan recuperar el poder político”.
“La crisis social y política en Bolivia ha provocado pérdidas por US$ 167 millones, aproximadamente 12 millones diarios”, señaló el ministro de Economía y Finanzas.
Una turba incendió la Alcaldía de la ciudad de Vinto, cuya alcaldesa, la oficialista Patricia Arce, fue arrastrada por la calle, donde la rociaron con pintura y le cortaron el pelo, hasta que la Policía la rescató. El incidente fue en la región central de Cochabamba. Fuentes sanitarias reportaron un muerto, y suma a tres desde que se inició el conflicto. Y solo por los sucesos de ayer, cerca de 50 heridos.
El Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) presentó ayer un informe con las pruebas que, según afirma, sustentan el fraude en favor de la reelección de Evo Morales. El reporte fue elaborado por profesionales bolivianos residentes en el país y el exterior encabezados por un ingeniero informático.
Diversos analistas no ven otra salida que una negociación para evitar una escalada de violencia en las calles, que ha dejado dos muertos y unos 150 heridos.
“Esta exacerbación de los ánimos nos está llevando a un clima fratricida, absolutamente inaceptable”, dice el politólogo Franklin Pareja.
El académico y exlegislador Carlos Borth pide “una mesa de concertación” convocada por Evo Morales, con participación de líderes políticos y dirigentes cívicos.
Los obispos bolivianos iniciaron contactos preliminares con las autoridades para establecer un diálogo. “Ya se ha tomado contacto con el gobierno (...), estamos esperando la respuesta”, dijo a la prensa el arzobispo de Sucre (la capital boliviana), Jesús Juárez.