Científicos de la NASA han publicado un estudio sobre la atmósfera de la selva amazónica cuyos resultados indican que esta región se ha secado en los últimos 20 años, aumentando la necesidad de agua y dejando a los ecosistemas propensos a los incendios y sequías. Además, revelan que esta situación se debe principalmente a las actividades humanas.
El estudio se basó en un análisis en datos terrestres y satelitales de las últimas décadas. Los investigadodes del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés) usaron la información para determinar cuánta humedad había en la atmósfera de la Amazonía, y cuánta se necesitaba para mantener el sistema de su selva tropical. Se descubrió un déficit desconcertante.
Cada año, los agricultores incendian el bosque amazónico para despejar as tierras. Foto: AFP.
“Observamos que en las últimas dos décadas ha habido un aumento significativo en la sequedad de la atmósfera de la selva, así como en la demanda atmosférica de agua”, señaló Armineh Barkhordarian de JPL, principal autor del estudio.
“Al comparar esta tendencia con los datos de modelos que estiman la variabilidad climática durante miles de años, determinamos que el cambio [reciente] en la aridez atmosférica está muy por encima de lo que se esperaría de la variabilidad climática natural”, añade.
Esta imagen muestra la disminución de la humedad en el aire sobre la selva amazónica, sobre todo en el sur y sureste de la región, durante los meses de la estación seca (de agosto a octubre, de 1987 a 2016). Crédito: NASA.
El científico de la NASA indicó que el clima del Amazonas se está calentando por dos factores: los niveles elevados de gases de efecto invernadero y la actividad humana, principalmente la quema de bosques que para limpiar la tierra agrícola y el pastoreo.
En un comunicado de la agencia espacial, explicaron que los incendios forestales liberan en la atmósfera partículas denominadas aerosoles oscuros, entre ellas, el carbón negro. A diferencia de los aerosoles brillantes que reflejan la radiación, los aerosoles oscuros la absorben. Cuando el carbón negro -también conocido como hollín- absorbe el calor del Sol, calienta la atmósfera.
Asimismo, este proceso puede interferir con la formación de nubes y, por ende, evitar las lluvias que tanto necesita la selva amazónica.