Edgar Díaz Vedia, de 49 años, es un pederasta que aparentaba ser una buena persona, y hasta hace unos meses vivía en la zona del Bajo Flores, en Buenos Aires, Argentina. A tal punto era la confianza que le tenían sus vecinos que solían dejar a sus hijas en su casa para que las cuiden, sin imaginar el gravísimo error que cometían.
Al quedarse a solas con las niñas, el sujeto, conocido como ‘Edi’, daba rienda suelta a sus bajos instintos y les decía a las niñas que iban a jugar “a la mamá y al papá” o a “simular que están en la luna de miel” para así violarlas, según contó una de menores de 11 años.
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Cuando los padres de las niñas se dieron cuenta hace cuatro meses de quién era en verdad ‘Edi’, lo denunciaron a la Policía, pero fue demasiado tarde, pues el pederasta se había fugado a Bolivia.
Entonces un juez argentino hizo un pedido de captura internacional sobre el sujeto e Interpol emitió una notificación roja: “Se trata de una alerta para que las fuerzas de seguridad de todo el mundo localicen y detengan provisionalmente a una persona en espera de extradición”, explicaron.
Sin embargo, lo que produjo su captura fue un increíble error que el propio Edgar Díaz Vedia cometió. El sujeto regresó a Argentina para ver a su pareja y realizó una publicación al respecto en Facebook, lo cual hizo que las autoridades dieran con su paradero.
Entonces lo fueron a buscar a la villa del Bajo Flores, donde antes de fugarse vivía con su pareja y una niña. Ahí se confirmó que “había retornado irregularmente al país y que, si bien no se quedaba allí, iba de forma esporádica”, según narraron a la prensa fuentes policiales.
El arresto se concretó el cruce de avenida Argentina y Zelarrayán, mientras realizaba tareas de albañilería y pintura. El pederasta ahora se encuentra a disposición de la Justicia, que tiene previsto indagarlo en las próximas horas.