Michael Collins, en una entrevista realizada en julio desde la plataforma de despegue del Apolo 11, subrayó que “las mujeres pueden llegar a la Luna, incluso mejor que los hombres”. Las declaraciones se dieron pensando en la Misión Artemisa, proyecto estadounidense con miras al 2024.
Aunque aún estamos a cinco años de que la primera mujer pise por primera vez el satélite natural de la Tierra, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, conocida como la NASA, ha presentado los trajes oficiales que, entre otras cosas, mejorarán el control de herramientas y desenvolvimiento de los astronautas, tomando en cuenta ambos sexos.
PUEDES VER La NASA descubrió vida en Marte en 1976, afirma científico que participó en la misión Viking
La Unidad de Movilidad Extravehicular de Exploración, xEMU, según informó ABC Ciencia, es el nombre del nuevo traje —rojo, blanco y azul— para explorar el polo sur de la Luna. Se sabe que las misiones Apolo los inspiraron e incluye mejores en el confort. Kristine Davis, ingeniera de trajes espaciales en el Centro Espacial Johnson, lo sacó a relucir.
Recordemos que el 29 de marzo, de acuerdo a un comunicado de la NASA, un paseo espacial exclusivamente femenino fue suspendido como consecuencia de no tener equipamientos a medida. Las astronautas estadounidenses Christina Koch y Anne McClain se vieron perjudicadas, debido al desajuste logístico.
En dicho documento se aseveraba que McClain “descubrió durante su primer paseo espacial que el torso de tamaño mediano (la camisa del traje espacial) le quedaba mejor”. Sin embargo, ese problema habría quedado atrás.
Orion es el nombre del segundo invento ergonómico, que destaca por ser de color naranja brillante y amoldarse a presión. Solo se utilizará cuando los exploradores del espacio exterior regresen a la Tierra. Asimismo, está dotado de un mecanismo que elimina de forma gradual la presión atmosférica, incluso en estado de emergencia.
OCSS, o Sistema de supervivencia de la tripulación de Orion, uno de los dos nuevos trajes espaciales presentados por la NASA | (NASA/Joel Kowsky)
Por su lado, Jim Bridenstine, administrador de la NASA, dijo: “Vamos a la Luna, queremos ser sostenibles, estar largos periodos en la Luna […] Nuestro objetivo final es ir a Marte, y para ello necesitamos usar la Luna como un campo de pruebas”.
“Tendrán total capacidad para realizar cualquier tarea que se requiera, o experimento —añadió el también miembro del Partido Republicano—. Es increíble lo que estos nuevos modelos permiten, muy distintos a los trajes del pasado”
PUEDES VER ‘’Sus objetivos son poco realistas’’: la dura crítica de un exjecutivo de Tesla a Elon Musk
Los dos nuevos modelos de trajes espaciales presentados por la Nasa. (Kevin Wolf / AP)
En cuanto a los cascos, la tecnología los ha provisto de sistemas de comunicaciones completos. El antiguo ‘casco Snoopy’, acuñado así en referencia al perro animado, hacía sudar a sus usuarios, sumado a que los micrófonos presentaban fallas; en cambio, el nuevo ensamblaje de audio está conformado por múltiples mecanismos, amoldables dependiendo del caso.
¿Querrá el actual presidente de los Estados Unidos abrir una nueva senda de paridad entre hombres y mujeres viajeros del espacio? ¿Es un descarado truco publicitario? ¿Una muestra de poder tal vez? He allí la polémica.
En 2017, Donald Trump pidió a la NASA que vuelva a la Luna en una misión tripulada, similar a Apolo 11, pero, por supuesto, con mayor alcance tecnológico que el experimentado por Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins.
La agencia espacial, cuya sede principal está ubicada en Washington DC, Columbia, aclaró que necesitaba 135 000 millones de dólares para tal cometido, razón por la cual ya había cancelado varios proyectos, luego de haberse quedado a mitad de periplo.
Entonces, Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, presionó a la NASA a fin de convencerlos que regresen al satélite natural en 2024, es decir, redoblar esfuerzos durante 5 años sin descanso.
Más adelante, Trump, a través de su cuenta oficial de Twitter, escribió que ya había autorizado un aumento sustancial en el presupuesto: 1600 millones de dólares destinados a cumplir el sueño de volver donde el Apolo 11 había llegado en 1969.
Además, en 2020, como parte de una subvención económica adicional, se entregarían 10 700 millones de dólares. ¿Cancelarán de nuevo la iniciativa o se dará un ‘gran paso’ tan importante como el de Armstrong?