Los unicornios han formado parte de la mitología y la cultura popular durante cientos de años. Sin embargo, estas criaturas fueron parte de la vida silvestre que coexistió con los antiguos hombres en lo que hoy es Rusia. Se trata de los unicornios siberianos y fueron aún más colosales.
Su nombre científico es Elasmotherium sibiricum, y fue la última especie sobreviviente de su género, un numeroso y diverso grupo de rinocerontes gigantes. Antes se pensaba que los unicornios siberianos se extinguieron hace aproximadamente 100 000 a 200 000 años, durante la era del Pleistoceno temprano y medio.
Sin embargo, una investigación sobre los molares fosilizados de los E. sibiricum muestra que habitaron la región hasta la era de hielo o glaciación, período en que se extinguieron importantes especies como los tigres dientes de sable y mamuts lanudos. Según un estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, los fósiles más recientes tienen una antigüedad de entre 35 000 y 39 000 años.
Elasmotherium Sibiricum, conocido como unicornio siberiano. Foto: Agencias/Rusia.
Esto quiere decir que los humanos ya estaban dispersándose por varios continentes cuando el unicornio siberiano habitaba Rusia. Si bien se ha especulado que el hombre tuvo que ver con la desaparición de la megafauna en aquella época, los investigadores afirman que esta especie llegó a su fin por el aumento de la temperatura después de la glaciación.
Los científicos atribuyen su desaparición a la restringida área geográfica que habitaban, su pequeña población y una baja tasa de reproducción. Asimismo, detallan que los unicornios siberianos tenían algunas adaptaciones extremas que limitaban su dieta; por ello, cuando la vegetación comenzó a cambiar, no pudo adaptarse lo suficientemente rápido como para sobrevivir.
Otro fue el destino de las especies que engendraron a los antílopes y rinocerontes modernos, que evolucionaron a tiempo para comer una dieta diferente, ya que exploraron y pastaron una variedad de plantas.
Además, los investigadores descubrieron que el unicornio siberiano tenía otra dificultad: su cabeza estaba muy abajo, aún más que los rinocerontes modernos. Por tal motivo, cuando la vegetación desapareció de su suelo debido el cambio climático, estas majestuosas bestias se quedaron sin comida.